El 33% de hogares veracruzanos no tienen padre

XALAPA, Ver., 15 de junio de 2014.- El 33 por ciento de los hogares veracruzanos carece de la presencia de un padre, así lo informó la directora del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM), Edda Arrez Rebolledo,

De los hogares que cuentan con padre en el país, en 2.3% vive sólo y al cuidado de sus hijos, es decir sin la figura materna, de acuerdo a datos del INEGI. En 95.6 por ciento está presente la cónyuge, y en 2.1% de los hogares viven el padre, sus hijos y otros miembros de la familia, señala el Conteo de Población y Vivienda del 2010.

Félix se casó a los 26 años y a los dos años nació su única hija, Pamela, quien desde recién nacida requirió de cuidados especiales, ya que nació de siete meses y con un soplo en el corazón.

Cuando la niña tenía tres años, la mamá se marchó del hogar y jamás volvió. Félix supo de ella pues a los pocos días recibió una llamada desde Estados Unidos, en la que su esposa le ofrecía disculpas y le avisaba que no volvería nunca. “El golpe fue terrible. No imaginé siquiera que haría con una niña de tres años, que requería todos los cuidados del mundo y para la que tendría que trabajar incansablemente”, relató.

Félix recuerda que en su recámara colocó una cama más, pintó su cuarto con motivos de niña, llevó el aparato de oxígeno hasta allí y a partir de allí todo cambió. “Me levantaba a las 5:30. Preparaba los biberones del día. Lavaba ropa. Preparaba mi almuerzo. Vestía a mi bebé y esperaba a que llegara mi mamá o mi hermana y hasta mi cuñada, hermana de mi esposa que, mientras no se casó, me ayudó con la nena”, narró.

“Llegaba cansado de la oficina. Por mucho tiempo no vi televisión. Todo fue leer libros de bebés. Estudiar enfermedades. Colocar paños en la frente de mi hija cuando tenía fiebre. Dormir sentado al lado de su cama. No dudo que fue cansado pero fue muy especial. Ella y yo somos muy unidos”, expuso el entrevistado.

Actualmente Félix relata que su hija está completamente sana. Fue tratada médicamente, intervenida y ya no padece del corazón: “Necesita cuidados mínimos pero su vida es 99 por ciento normal. La amo. No sé qué haría sin ella”, finalizó.