
Regresará Rosa María el Carnaval de Veracruz a su fecha tradicional
POZA RICA, Ver., 2 de noviembre de 2015.- Hace aproximadamente ocho años un joven se presentó en el panteón de la Santísima Trinidad, en Poza Rica, y pidió a los trabajadores que le cuidaran «un ratito» una urna con cenizas, por las que, aseguró, regresaría, pues le hacía falta algunos papeles.
Desde entonces las cenizas depositadas en la urna permanecen en la administración del cementerio; desde aquella fecha hasta ahora don “Nacho”, como le llaman, les hace travesuras a los trabajadores que laboran en el panteón municipal, dice Trinidad Tepatlán Pérez, quien desde hace 20 años vive en este lugar, donde han crecido sus hijos.
«Nos esconden las llaves o nos pierden las cosas«, describe el entrevistado, quien aseguró que las “cosas raras”, ya se presentaban en el panteón antes del arribo de don ‘Nacho’».
Dijo que las cenizas depositadas en la urna corresponderían a quien en vida llevara el nombre de Ignacio Ruiz Vélez, y que sus restos no han sido reclamados por ninguna persona; se presume que el joven que las llevó habría sido un familiar de “Nacho”, y hasta la fecha no ha regresado.
Trinidad Tepatlán afirmó que las “cosas raras” se acentúan durante las noches y precisamente en estas fechas de Día de Muertos es cuando se presentan con mayor frecuencia.
«Por las noches se oye que tocan la puerta, aquí ya está todo cerrado, sales a ver y no hay nada», mencionó y agregó: «aquí espantan, en la noche no puedes avanzar más de 200 metros, porque se siente un ambiente muy pesado, da miedo».
Otra de las historias en el panteón es la de un perro negro, que sólo se aparece en las noches y que ha sido visto por personas que han pasado por ahí, de sectores como la Salvador Allende. Estos y otros mitos son los que se cuentan sobre el panteón de la Santísima Trinidad.