Ratifica TEPJF triunfo de Pablo Lemus como gobernador de Jalisco
XALAPA, Ver., 30 de agosto de 2015.- El 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), expresó su preocupación, en particular, por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo.
En dicha Asamblea, se aprobó la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas y se declaró el 30 de agosto Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, a partir de 2011 comenzó a observarse este delito.
La desaparición forzada se ha usado a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos; la sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad.
De acuerdo con la ONU, estos casos se han convertido en un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta del mundo; las desapariciones forzadas, que en su día fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes.
Amnistía Internacional asegura que en México hay más de 22 mil personas que sufren desaparición forzada o están en paradero desconocido desde 2007, 12 mil 500 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, y que a partir del hallazgo, el 27 de septiembre de 2014, del cuerpo torturado del estudiante Julio César Mondragón de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, se fijó la atención internacional en este problema.
Un día antes, Julio César y otros 42 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, se dirigían a una protesta contra las reformas educativas del gobernador.
Los 43, fueron atacados por la policía y hombres armados en Iguala. Tres estudiantes fueron asesinados. Testigos presenciales vieron cómo policías se llevaron al resto.