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XALAPA, Ver., 15 de marzo de 2015.- El sobreendeudamiento del grueso de la población con la banca y centros comerciales está relacionado con el desmedido otorgamiento de tarjetas de crédito, explicó el asesor del Consejo Coordinador Empresarial de Veracruz, Rafael Hernández Matías.
Entrevistado por Quadratín Veracruz, comentó que esta situación ha generado que en los últimos años se hayan elevado las demandas mercantiles, que si bien no tienen repercusiones legales tan graves como la prisión, en algunos casos sí representan un impacto negativo para el historial crediticio.
Indicó que “en los dos últimos años se entregaron muchas tarjetas de crédito a personas que no tienen solvencia, es decir, no tienen la capacidad financiera para el pago de las deudas adquiridas” y lamentó que haya personas que vean en el “dinero plástico” una posibilidad de adquirir artículos en pagos módicos hasta de 18 ó 24 meses.
Sin embargo, es un gran error para las personas que tienen un salario medio adquirirlas, pues más del 50 por ciento de los casos terminan en dos escenarios: el pago de intereses muy altos (aun cuando la promoción de compra era a meses sin intereses) o en buró de crédito.
“La gente, por de decirlo de un modo, se deja querer con tantos apapachos que brindan los centros departamentales para adquirir las tarjetas de crédito, empiezan bien con sus pagos, y lo que sucede es un problema muy serio; por ejemplo, el crédito es de 10 ó 15 mil pesos, hasta ahí todo va bien, entonces ante esos pagos puntuales empieza a crecer la línea de crédito y de repente hay oportunidad de comprar fiado hasta 40 mil pesos, pero lo que nunca se verificó es que esa persona sigue teniendo el mismo salario, por tanto resultará más complejo cubrir la deuda”.
Hernández Matías indicó que muchos almacenes de “prestigio” han brindado créditos a cualquiera que acredite un ingreso de 6 mil pesos en adelante, por ello la cartera vencida es muy alta, y esto genera que México ocupe en América Latina los principales sitios en índices de población morosa.
“Hay una sobreexposición del consumidor a campañas de mil meses sin intereses, y lo que la gente no piensa en el momento en que le ofrecen la maravillosa ganga es que en más de la mitad de esos meses para el pago, la mensualidad será cubierta con recargos”.
Mencionó que no todo es responsabilidad del bombardeo de las tiendas comerciales, pues también se debe reconocer que las solicitudes de créditos han crecido, ya que por la misma condición financiera nacional, comprar de contado es prácticamente imposible.
La usura mercantil…
Explicó que cuando una banca o negocio cobra un interés muy alto esto es un delito, al que se le llama usura, no obstante, la permisibilidad de los legisladores por no hacer una ley más justa representa un sinfín de complicaciones.
“Quienes abusan con el cobro de intereses altos sin duda son delincuentes, ya que se aprovechan de la necesidad de una persona que requiere con urgencia de algún crédito, en muchos casos para atender alguna situación de salud”.
Hernández Matías dijo que no se respeta la ley, pues en un contrato que estipula cobros acordes al monto de los préstamos o créditos siempre hay cláusulas engañosas en contra del consumidor.
“Los contratos son imprecisos, están disfrazados, ya que se presta una cantidad y se termina pagando el doble, por eso creo que nuestros legisladores no están reconociendo el problema real y por lo tanto hay muchas permisiones para este tipo de abusos a los consumidores”.
Por ello enfatizó que se debe hacer que la Constitución se respete, y pidió que los jueces que atienden casos mercantiles no sean indolentes; abundó que las demandas mercantiles no proceden, pues en esta legislatura el Congreso de la Unión reguló al respecto, es decir, no puede haber acoso alguno con intento de embargos.
Recordó que antes, cuando se dejaba de pagar una deuda, se mandaban oficios a los domicilios simulando que se podía embargar con el respaldo de una instancia judicial, y así lo hicieron muchos para amedrentar y obligar al pago.
De tal forma, reiteró que no hay en la actualidad juicios ejecutivos mercantiles, intentos de desahucio o acoso telefónico, “o quizá hay quienes lo siguen haciendo, pero eso va contra la ley, y la gente al no saber esto terminaba pagando aunque tuviera que endeudarse por otro lado para evitar daños a su patrimonio. Digamos que ha sido un tipo de chantaje y los despachos de cobranza han faltado a la ley y a la ética mediante estas simulaciones para obligar el finiquito del saldo de la deuda”.
Asimismo, sostuvo que en el país la usura siempre ha sido más común que “el chile y la tortilla”, y abundó: “yo estoy convencido que lo más importante, aunque suene trillado, es la denuncia, una denuncia en el propio juzgado, si ya se inició el cobro mercantil por parte del agiotista, de la instancia bancaria, no es el caso, porque son intereses que están previstos en la ley y están permitidos, esto no quiere decir que no sean muy altos y que estén fuera del mercado y que no se dé”.
“Somos el país que más cobra intereses de forma legal, pero bueno, eso es otro tema, aquí lo importante es denunciar ante el propio juzgado que las personas que están sufriendo este tipo de cobros cuando fueron obligados a firmar un pagaré con una cantidad muy superior a la que están cobrando, pues deben tener la ley a su favor”.