Raúl López Gómez/Cosmovisión
Vacaciones sin la idea de dios
** “El hombre encuentra a Dios, detrás de cada puerta que la Ciencia logra abrir”, Albert Einstein.
** Por estos días de Vacación de Semana Santa, masas apuradas deambulan por todo México en un frenético apuro por llegar a sus destinos a lo que consideran “descansar” y en Veracruz no podía ser la excepción.
** Destino natural y referencial del país, Veracruz, la ciudad portuaria, sigue siendo objetivo de miles de mexicanos que, en su fuero interno, están convencidos de que aquí, “todo se puede” y “todo se vale” y de una y cientos de formas, esto es Verdad.
** Basta recorrer la zona de playas de Veracruz-Boca del Río y constatarlo: a pesar de las advertencias y avisos, la gente ya pernocta en las playas haciendo de todo: principalmente comida y necesidades fisiológicas que van más allá de orinar y defecar, así dicho.
** Ayer, preludiando lo que será la más larga semana del año para muchos, en una playa y al son de la música y la animación de estaciones radiales y cerveceras, una mujer mostró su bronceado y las “marcas” destacadas (algo que inexplicablemente aquí en México, en ciertos sectores sociales, es motivo de orgullo: mostrar dos colores en la piel, y no un bronceado parejo, acaso para dejar testimonio de que siempre se es un poco más “clarito” que la exposición solar produce…) y así mostró sus tetas blanquecinas al aire, trepada en ancas en los hombros de su amigo mientras muchos se daban “vuelo” tomándole fotos. La mujer, visiblemente “alegre” de cervezas y que parecía sobrepasar la treintena estaba en una especie de “trance”, quizá pensando que los gritos y las risas eran todas aprobatorias.
** Cada vez más, el jarocho huye en estos días: los que no pueden irse a pueblos no tan “turísticos” se encierran “a piedra y lodo” en sus casas como en Carnaval; y ensayan una suerte de vida que es sólo para “iniciados” se puede decir: es común que en estos días, alejados voluntariamente de los sitios turísticos, los jarochos naturales y avecindados, decidan visitar el comedor, el cafecito, o el restaurancito de la colonia o el fraccionamiento. Sitios poco conocidos evidentemente, cuya clientela es durante todo el año “la de casa”.
** Se abstienen de ir a los cafés Parroquias: ni pensar en los de comida rápida como Sambors o El Portón, llenos de un turismo que no distingue, ni le importa acaso, una mojarra de un robalo. Menos pensar en ir al Mercado Unidad Veracruzana: está repleto, por estos días, de un turismo abstraído en las “gorditas” y “picadas” típicas y las palmeadoras no se dan abasto.
** También, y para un turismo que se sueña conocedor, ya descubrieron las delicias jarochas del más popular de los sitios porteños no tan alejados del CH, que es la Plaza del Mar: donde los locatarios por estos días acallan sus protestas por los fraudulentos locales sin respiraderos y sin espacio prometido, hechos por quien hoy es diputado federal del PAN, Rafael Acosta Croda; y en donde literalmente y gracias al panista, se cocinan ellos a la par que guisan para sobrevivir; y así, atienden a un turismo que se engolosina con la idea de comer “pescado fresco” comprado a unos pasos y que es freído en una cazuela cuyo aceite ya vio pasar muchos pescados durante varios días. Saben buenos ciertamente. Y más cuando representan una opción muy por debajo del precio que se encuentra, por el mismo producto y presentación, en los restaurantes de la conurbación.
** Este ambiente de “caguamas” en las mesas y conjuntos de “norteños” al pie, imprime a esta plaza ubicada al norte de la ciudad, frente a la extinta “pinera”, y por estos días, el mexicanísimo retrato de una Vacación en familia, donde la mayoría de chiquillos están hartos, somnolientos o hambrientos y por lo mismo chillantes, pero los adultos se divierten, porque la noción de omisión de cuidados al menor, no existe en sus mentes.
** La idea de Dios: en contrapartida, miles más por estos días, se vuelcan a celebrar el significado religioso de una semana que es Santa por voluntad y por tradición: las iglesias de la conurbación llenas. El Domingo de Ramos pasado fue, por decirlo de un modo inapropiado: un éxito. Los vendedores de “palmitas” venidos de Hidalgo y Puebla reportan “buenas ventas”. Y es que este año se “lucieron”, armando “palmas” con un toque de ramas de romero y otros detallitos de color y adornos; como que ya le agarraron “el modo” al jarocho, que no le pone brillos y lentejuelas a las palmas porque Dios es grande.
** Y ya es miércoles, los oficios religiosos Católicos continúan en todo su esplendor: la afluencia a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es significativa por lo masiva: tan hermosa quedó después de los 8 años de restauración que se imponía el sistema de circuito vigilante, y así está por estos días: súper vigilada como monumento artístico e histórico que es. Visítela si puede.
QUE PASEN TODOS UN PACÍFICO Y AMOROSO MIÉRCOLES, EL DICCIONARIO A LA DIABLA GUARDA SILENCIO POR ESTOS DÍAS SANTOS…