Raúl López Gómez/Cosmovisión
LA VIRGEN NO LES HABLA…
** Fue el anticipo lo de Poza Rica dijeron todos los reporteros de la extinta «nota roja» de Veracruz: aquellos que atendieron y entendieron el mensaje del gobernador Javier Duarte que, para quienes solo hacen escándalo mediático y viven de colegas que ni siquiera conocieron, se tradujo en «amenaza»; pero según los curtidos compañeros que han cubierto por décadas las noticias «rojas» y conocen bien el terreno que pisan en el estado, conocen todos los medios y a todos los compañeros, el dicho del gobernador era una cuidada advertencia, máxime por aquello de si les pasa algo al primero que «crucifican» es a él: a Javier Duarte de Ochoa, como el mismo Ejecutivo reconoció en ese pasado convivio pozarricense.
** En estas horas, los «policiacos» como les dicen a los colegas especializados en estas notas, lo dicho en Poza Rica y la consiguiente entrada de fuerzas federales a la petrolera ciudad y su zona circundante; cobra para algunos, visos de Alarma y para otros simple Resignación: las condiciones son cambiantes en este Contexto de extrema violencia que rodea la cobertura de estas fuentes y las relaciones buenas y malas que se establecen de ellas.
** Lo sucedido a Juan Mendoza los ha enmudecido: ninguno de los reporteros y fotógrafos experimentados en «la roja» aquí en la conurbada, se atreven a dar ni siquiera suposiciones; menos aventurar conjeturas ni señalar a nadie.
** Los que no tienen ni tres años en el «periodismo» veracruzano se desfogan acusando al gobernador y a las policías por las redes sociales. Pero ninguno hasta el momento ha atinado siquiera a mencionar el origen de los ataques o la descomposición misma del ambiente en que se trabaja.
** La Fiscalía dijo que a Mendoza se le encontró después de la Denuncia de su esposa por su Desaparición y sus indagatorias revelan que fue atropellado.
** La comisión estatal de atención a periodistas de Veracruz, ayer, y contrario a su mudez habitual, boletinó otra cosa: que condenaba el homicidio del comunicador.
** La circulación de fotografías donde el fotógrafo yace vendado de la cabeza movieron a los que no cubren nota roja, a proferir decenas de comentarios vertidos por Twitter y face.
** Los colegas aquí en la Conurbada han guardado hermético Silencio. En algunos la preocupación es manifiesta; y ha vuelto el Miedo en otros que no comprenden su vida reporteril sin «la matra» el radio de alta frecuencia vinculado a Cruz Roja y a Tránsito y a veces, ahora ya menos cuentan, a las de Policía: la Marina entronizada en los antiguos cuarteles policiacos desde hace 4 años, se ha negado rotunda y reiteradamente a que «civiles» así sean reporteros, tengan acceso libre a las frecuencias, por Seguridad de ellos y de todos, explicaron solo una vez.
** Otros «policiacos» mas, dicen solamente que el ambiente en Veracruz «es complicado» y es «delicado» y lo mejor es estar «en medio» porque ya no se sabe que movimientos son lo mas parecido a la Complicidad: el dicho de JDO es real: se sabe que colegas andan por lo menos «moviéndole la cola al diablo…», por decirlo en sus palabras.
** Pero aquí lo Relevante es que no hay, no existe realmente un «protocolo» de Actuación ante Sospechas, ante Evidencias incluso: porque aunque el panista Miguel Ángel Yunes Linares haya «saltado» al dicho de Duarte y haya exigido «denuncias» el mismo sabe, porque estuvo en los círculos más poderosos del sistema Penal y de Seguridad de México, que no es tan simple y menos sencillo: ¿de qué vas a acusar a un reportero sin pasar antes por la Crucifixión de aquellos que, como ahora, desde el Altiplano y porque «los miraron feo» , dicen cualquier cantidad de barbaridades, inexactitudes, suposiciones?
** Dijo el gobernador en esa comida de Poza Rica, ahora centro de atención sacada de contexto, en el mejor de los ánimos: «que hagamos como que la virgen nos habla, es otra historia…», en el mexicanísimo dicho que alude a quien se le está hablando pero no hace caso o hace como que la admonición no es para el.
** Tan solo un dato: hace unos meses aquí en la Conurbada, un grupo de reporteros «policiacos» pidió, sin intermediarios de jefes de prensa o «enlaces» o «particulares» una comida con el titular de la SSP quien accedió de inmediato: acaso porque Arturo Bermúdez se sorprendió de la petición «de tú por tú» que recibió y que de seguro no es ni común, ni fue casual, ni mucho menos inocente: no al menos en esos ambientes.
** De lo que se habló allí sólo ellos lo saben porque incluso algunos dueños de portales policiacos -que realmente no llegan a páginas con dominios de internet sino son blogs de manufacturas muy caseras o modestas-; y por lo mismo son poco conocidos o no tienen mayores alcances, pero batallan por hacerse oír y ver en ese ambiente complejo de la nota roja; fueron excluidos de la invitación «con el jefe» como algunos de ellos le llaman al defeño Bermúdez.
** Fueron a esa comida en una céntrica palapa de mariscos una veintena -¿hay tantas secciones o igual número de periódicos impresos, digitales, televisoras o radios que tengan esas secciones aquí en la Conurbada? El Lector haga sus cuentas-; de «policiacos».
** Dicen quienes tienen relación con ellos, que la comida fue muy «amistosa». Que Bermúdez fue muy «accesible». Que los oyó a todos en sus inquietudes. Que conoció a la mayoría porque solo a algunos los ha visto de cerca y poco. No suelen verse estos colegas en los eventos magnos y de salones climatizados o sedes de hotel o teatro que el titular de la SSP organiza cada tanto.
** Y de remate: después de la comida, dos colegas contactaron al jefe policiaco para «venderle» información relevante y relativa obviamente, a la Seguridad del Estado. Nada menos. Ese es el ambiente.
** No se sabe si Bermúdez «compró» la información pero lo dudamos sinceramente: si hacemos caso al dicho del gobernador de Veracruz que dice que todo en el estado se sabe: y lo que no, porque todavía no ha ocurrido.
** Lo cierto es que el gremio reporteril se divide en estas historias: hay quienes se molestan por lo que consideran intromisión del resto de quienes, por fuentes, ni tocan «asuntos» policiacos; otros mas se consideran tan «ajenos» a lo que sucede alrededor que les parece estar viendo una película, mala, del cine mexicano de narcos y capos.
** «Yo no estoy metido» dicen otros mas. Y acaso no vislumbren que la Violencia y la Inseguridad no es cosa, en el gremio periodístico, de estar «metidos». Es la Naturaleza misma de la situación mexicana: donde Veracruz no es una isleta ni una ínsula, es acaso y por momentos, el epicentro mismo donde se gestan las truculencias que nos azoran cada tanto.
** Como ahora, cuando muere un fotógrafo que trabajó años en El Dictamen, y que estos últimos sobrevivía de un taxi y había emprendido la solitaria aventura de «una paginita que nadie sabia de su existencia», explican algunos de sus mismos colegas.
** Un fotógrafo humilde, amigo de muchos en el gremio, y que dijo en su «face» que buscaría ser alcalde de Medellín: municipio donde otro taxista metido al activismo por redes y que se auto nombraba periodista, también murió: Moisés Sanchez el si, con toda la saña y las señas, de una venganza del alcalde panista del municipio que sigue prófugo y del cual, ya pocos se acuerdan.
DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…
LA VIRGEN LES HABLA.-Expresión del folclor cultural en México: que es un «sentimiento» de aquel que se siente poderoso/intocado/no aludido.
HABLAR.-Ejercicio que ejercen, mayormente, quienes ignoran todo de un hecho: pero suponen mucho y juzgan y sentencian y condenan.
CALLAR.-Acción indeseada pero necesaria en más de una ocasión: cuando lo único que se puede hacer es presenciar hechos, a cual mas, funestos.