Carlos Ramírez/Indicador político
De desempleado a gobernador
¿Está desempleado? ¿Las deudas lo agobian? ¿Los bancos amenazan con embargarlo? ¿Su esposa está a punto de irse con el vecino? ¿Se ha quedado sin amigos? ¿Los que le quedan ya no aceptan sus sablazos? ¿Está pensando en suicidarse? ¡Pare de sufrir, la solución a todos sus problemas ha llegado!
Así podría interpretarse el comentario del dirigente estatal del PRD, Sergio Rodríguez Cortes, que está proponiendo que su partido dé cabida a empresarios, intelectuales y políticos para que sean candidatos a diputados plurinominales, con el plus de que aquel que quede como número uno en las listas sea nombrado en automático candidato a la gubernatura.
La idea es excelente, me cae. Cambiar a tipos conocidos por sujetos por conocer es de gran atractivo; el problema es que ningún intelectual, empresario o político cuya solvencia económica esté garantizada, se aventará el tiro de dejar lo que tiene por una pinche diputación perredista. A no ser que esté desempleado.
Quizá sin saberlo don Sergio le dio al clavo porque lo que abundan en Veracruz son desempleados y sujetos a punto de ir a la quiebra. Ahí están por ejemplo los empresarios de la construcción a los que el gobierno les debe desde el 2011 y los trae a puras vueltas. En los cafés abundan intelectuales que están deseando aunque sea una chamba de correctores. Y se cuentan por miles los políticos venidos a menos a los que nadie pela. Todos serían candidatos idóneos a plurinominales con el PRD y en una de esas hasta aspirantes a la gubernatura.
Se me ocurre que podrían agregarse a la lista los maestros que reprobaron los exámenes de capacitación auspiciados por la SEP, pues en lugar de andar en manifestaciones que no dejan nada, ocuparían una mullida curul en el Congreso local. ¿Habrá algún mentor que prefiera asolearse o mojarse a ser diputado perredista? Yo digo que no, a menos que de a tiro sean muy aferrados.
Si me permite don Sergio, me gustaría apuntarme para una pluri. No señor, yo no soy ni empresario, ni intelectual y tampoco político. Soy un simple tundeteclas pero con aspiraciones muy elevadas. Como una parte de mi oficio consiste en escribir puedo entrar en el rubro de los intelectuales ya que también como ellos leo libros y hablo muy enredado para que nadie me entienda; también como ellos tomo café, fumo a lo desgraciado, uso gafas de fondo de botella, traigo alborotado el cabello y además, a veces escribo cada pendejada que he metido en verdaderos bretes a mis editores.
Y aunque tampoco soy desempleado sí estoy a punto de la quiebra (padezco de inanición salarial crónica), así que no me caería nada mal un sueldito extra de 108 mil pesos que es lo que se embuchaca cada uno de nuestros legisladores.
Insisto, la idea del líder perredista es muy buena, vaya que sí. De estar hasta el gorro de deudas, agobiado por los bancos y más solo que un náufrago a convertirme en diputado plurinominal y luego en candidato a la gubernatura. ¡Te imaginas lector…!
Ya me vi, por eso estoy levantando la mano.
Dígame por favor don Sergio a dónde tengo que ir a apuntarme para que me den una candidatura plurinominal.