Carlos Ramírez/Indicador político
DEJARSE TOCAR POR EL DOLOR…
Con todo respeto y humildad, me atrevo a decirle que su legado se juega también en esta agenda, pues hemos visto que ningún plan de reformas económicas puede prosperar si no está basado en el fortalecimiento del estado de derecho que ponga al centro los derechos humanos. Rezo a mi Dios, que es el Dios del amor, (para) que lo guíe en esta tarea. Que (se) deje tocar por el Dolor de tantas familias afectadas a causa de la violencia…
** Y atención: pidieron estos colectivos «protección» para la señora Araceli Salcedo, madre de la chica desaparecida en Orizaba en 2012, la misma señora que fue grabada gritándole al gobernador Javier Duarte y la misma que protestó en su penúltimo informe: si Luis Ángel Bravo Contreras el Fiscal de Veracruz, desestimó el reclamo de esta señora por el hecho de que hay testimonios y evidencias, incluso de la madre de otra chica desaparecida, de que las jóvenes eran asiduas al «Bulldog» regenteado por criminales, y una de ellas estaba involucrada con un sicario; los defensores de DH alegan que esta y cualquier condición, es «re victimizar» a los Desaparecidos, y que la única tarea del Estado, es encontrarlos.
** El Drama de la Violencia Criminal en México y Veracruz arrasa: y el argumento de que «estaban metidos» (de parte de Autoridades y hasta Juzgadores de Oficio desde la Sociedad y desde un pretendido «periodismo de investigación») para justificar Desapariciones, asesinatos y torturas de cientos de miles de personas, jóvenes y periodistas, cae estrepitosamente ante una Verdad innegable y de dimensión puramente Humana: nadie, con ningún argumento, tiene derecho a violentarte y quitarte de la Vida.
** A eso se refería la religiosa cuando le dijo al presidente Enrique Peña Nieto «dejarse tocar por el Dolor…»
** Imaginemos Lectores, hagamos el esfuerzo, de ser cualquiera de nosotros los que busquemos en estas horas, a una hija en la plenitud de su Juventud, cuyo único «error» o «pecado» fue ir a un bar a vivir su momento y su ilusión de noviazgo o dinero fácil; o a un hijo que -como los 43 que no se saben si viven o murieron- un día salió de casa y ya no lo hemos vuelto a ver. Que busquemos al padre, al hermano, al esposo, a la madre de los hijos. Historias miles. Circunstancias distintas sí: pero esta Navidad no habría motivo de celebraciones. Imaginemos esta condición de ser nosotros y no ellos, y entenderíamos los gritos, los reclamos, los llantos, las pancartas alzadas.
QUE TENGAMOS TODOS UN PACÍFICO Y AMOROSO FIN DE SEMANA…