
Dieciocho acciones para el Bienestar
¿A qué regresa señor Presidente?
Ignoro a qué regresa el presidente cuando el domingo 9 de este mes le valió gorro el drama social que vive el país y se largó a China al Foro de la APEC dejando a los mexicanos con una sensación de indefensión, abandono y desasosiego.
Dice que se fue porque es un tipo muy responsable. Al menos así lo dio a entender cuando en Alaska declaró que no asistir “sería actuar con irresponsabilidad, porque se trata de foros que tendrán un impacto en el desarrollo y en el impulso a la economía del país».
Y luego vino el atolito con el dedo: “No atender las cumbres del G20 y de la APEC, sería dejar atrás la participación de México en los foros más importantes que se dan en el mundo y que tendrán impacto en la generación de empleos”.
No pus qué a toda madre.
Pero resulta que llegó a China y lo regañaron por la cancelación del tren México-Querétaro; de lágrimas le otorgaron una línea de crédito para Pemex y de ahí en fuera lo trajeron a mal traer. No fue un viaje como el que realizó Echeverría al que fotografiaron con Mao y pasearon por la gran muralla. No, este fue un periplo incómodo y lleno de raspones.
Luego voló a Australia a la Cumbre del G20 y los presidentes de los países más billetudos del planeta lo vieron como al invitado incómodo. Y es que ¿qué carajos fue a hacer ahí el presidente de una nación con 50 millones de jodidos?
Sabiendo cómo están las cosas en el país que gobierna ¿no habría sido mejor que hubiera enviado en su representación a Alfonso Videgaray que sí sabe de finanzas?
Evidentemente no.
Al presidente le urgía hacer el viejecito para presumir sus reformas y recibir palmadas en la espalda. Pero debido a la desaparición de 43 normalistas llegó a Asia y Oceanía disminuido y sin fuerza. La sombra de Ayotzinapa lo acompañó todo el viaje, mientras aquí las exigencias por la aparición de los muchachos crecieron y se multiplicaron los actos vandálicos dirigidos por sujetos amparados en la impunidad.
Mientras el presidente hablaba en la APEC, en Chilpancingo un grupo de descastados y desadaptados que se hacen llamar maestros, por poco matan a un humilde policía que cumplía con el deber de tratar de contenerlos.
Mientras buscaba infructuosamente el reconocimiento universal como salvador del país, aquí hubo marchas, plantones, manifestaciones, quemazones y bloqueos carreteros.
¿A qué regresa señor presidente cuando sus bonos están por los suelos, no porque sea responsable de la desaparición de los 43 normalistas, sino por su marcada falta de autoridad para ofrecer seguridad a la ciudadanía?
A qué regresa cuando sabe que tendrá que aclarar el feo y sucio asunto de la mansión de Sierra Gorda. ¿Qué la casa es de su esposa? ¿Qué ganó mucho dinero como actriz de Televisa? Por Dios señor presidente, ya basta de vernos la cara de pendejos.
¿A qué regresa cuando ya nos demostró que no sabe afrontar los problemas sociales, que responde a éstos con extraordinaria lentitud y que se ha creado la imagen de un hombre débil y un presidente devaluado?
¿A qué regresa cuando de alguna manera nos la hemos arreglado sin usted una semana?
Dicen que hoy o mañana dará un mensaje a la nación con motivo de su viaje. Ojalá no lo haga porque le sorprenderá la cantidad de ciudadanos que le haremos el desdén de no escucharlo. Lo que deseamos con vehemencia es paz, tranquilidad y seguridad que usted ha sido incapaz de proporcionarnos. Lo otro, lo de sus supuestos logros en China y Australia, nos importan pura corneta.
bernardogup@hotmail.com