Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
Popolucas encuerados en los Juegos Centroamericanos
Indígenas de la sierra de Soteapan amenazan con encuerarse y enseñar sus miserias o atributos, según sea el caso, si el gobierno del estado no les cumple con una indemnización de nueve millones de pesos por 550 hectáreas que les expropiaron.
La historia es esta: en 1998 último año del sexenio de Patricio Chirinos, el gobierno federal expropió ese terrenazo a 38 campesinos popolucas sin aviso ni notificación, es decir, de manera muy gandalla. Los campesinos piensan que hubo un arreglo entre líderes venales y la Federación ya que a ellos no les dieron ni un centavo.
Después de Chirinos llegaron Miguel Alemán y Fidel Herrera que jamás se preocuparon del asunto, quizá porque no era de su competencia. Pero de acuerdo con el dirigente de los Pueblos Indígenas de esa zona, Fidencio Fernández Carrera, el 12 de marzo del 2012 el gobernador Javier Duarte los recibió en sus oficinas y después de escucharlos ordenó a Gerardo Buganza, entonces Secretario de Gobierno, que resolviera en dos meses la bronca.
Como sucede en estos casos pasaron los dos meses y nada. Gerardo se fue, llegó Erick Lagos y menos se arregló el asunto.
Lo que no entiendo es por qué el gobierno estatal tendría que resolver un problema del gobierno federal. Quiero pensar que la administración de Duarte se ofreció a actuar como coadyuvante, pero estoy casi seguro que jamás se comprometió a pagar nueve millones de pesos de una indemnización que no le corresponde.
A donde debieron ir los indígenas era a la Secretaría de Gobernación con Miguel Ángel Osorio Chong, chance y en una de esas les hubiera sucedido lo que a los estudiantes del Poli. O a la Sagarpa con Enrique Martínez y Martínez que no recibe ni a su familia, pero a ellos quizá sí. O al Registro Agrario Nacional o a la Procuraduría Agraria que ya casi no existen. En fin, el abanico de posibilidades era más amplio que acudir con el gobierno estatal.
Lo que sí es una verdadera burrada es su empecinamiento por tratar de ver a Erick Lagos. Si el tipo no puede resolver ni su vida menos resolverá una expropiación de tierras.
Como quiera que sea, el pasado miércoles Fidencio Fernández se entrevistó con el director general de Gobernación, Roberto Álvarez Salgado, quien le aseguró que al día siguiente informaría a Erick “para dar una pronta solución al asunto”.
Pero todo fue puro cuento, una tomadura de pelo del señor subalterno.
Evidentemente Erick no hizo nada ni lo va a hacer por lo que Fidencio declaró a un portal de internet: “Le advertí (a Roberto Álvarez Salgado) que si no hay una solución, los indígenas vamos a ir a protestar en la inauguración de los Juegos Centroamericanos completamente desnudos y les vamos a aventar excrementos y orines al gobernador y a sus invitados. Yo le dije que sobre aviso no hay engaño”.
Órale.
Ahora, a ver de dónde carambas saca el gobierno estatal nueve millones de pesos para liquidar el adeudo o de lo contrario lo que verá el Mundo en lugar de una inauguración, será a decenas de populucas en pelotas mostrando (algunos quizá hasta con orgullo) eso que Dios les dio.