
El Plan México de la cuarta transformación
¿Cómo celebrará el PRI el próximo 18 de marzo?
Hace seis años, al cumplirse el 70 aniversario de la Expropiación Petrolera, Andrés Manuel López Obrador le agandalló el evento al Jefe del Ejecutivo que por otra parte no tenía muchas ganas de celebrarlo. Felipe Calderón se concretó a cumplir con el acto protocolario y vámonos.
En tiempos del PRI eso hubiera sido impensable. Cuando se trataba de conmemorar la expropiación realizada por el Tata los presidentes emanados de la Revolución echaban la casa por la ventana, la conmemoración se convertía en festejo, el día era feriado y si caía en jueves el puente vacacional era un hecho.
El discurso era algo sustantivo y el escogido se esmeraba en hacerlo al gusto del Presidente porque en ello le iba su futuro político. Hubo quien se paró frente al micrófono siendo un perfecto don nadie y cuando bajó del estrado llevaba bajo el brazo la candidatura a gobernador, senador, diputado o de jodida a presidente municipal.
Y es que hablar de expropiación era revivir la lucha del David mestizo contra el Goliat imperial. Y hablar del petróleo era hablar de algo de propio, porque el petróleo era nuestro aunque nunca hubiéramos visto ni un méndigo peso de sus ganancias.
Los más viejos de la comarca aún recuerdan a Ruiz Cortínes, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo e incluso a Miguel de la Madrid, cubiertos de papel picado en las celebraciones que por la expropiación petrolera se hacían en Poza Rica.
Esas eran pachangas, no fregaderas.
Antes de que Carlos Salinas se terciara la banda presidencial, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, echó a correr el borrego de que el chaparrito privatizaría Pemex y en una entrevista a modo soltó la siguiente amenaza:
“Si alguien pretende privatizar un milímetro, óigalo bien, un milímetro de la industria petrolera, pararemos todas las refinerías, los campos petroleros y las plataformas porque no vamos a permitir que nos quiten lo que tanto trabajo nos hay costado a los mexicanos. ¡El petróleo es nuestro!”.
Lo que privatizó Salinas fue la libertad del líder y la de sus más cercanos colaboradores, pero no Pemex. Eso nunca, ni pensarlo.
Los festejos del 18 de marzo bajaron de intensidad en el gobierno de Ernesto Zedillo al grado de convertirse sólo en conmemoraciones; no así veneración priista por la imagen de Lázaro Cárdenas.
Doce años estuvo el PRI fuera de Los Pinos y en ese tiempo Cuauhtémoc Cárdenas primero, y Andrés Manuel López Obrador después, se agenciaron los homenajes a Cárdenas.
Hace un año nueve meses el PRI regresó al poder y el pasado lunes 11 de agosto, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó las leyes secundarias en materia energética y con ello puso fin a 76 años de Expropiación Petrolera.
¿Cómo conmemorará el PRI el próximo 18 de marzo? ¿Cuál será su discurso?
¿Habrá al menos alguna mención a quien hace casi ocho décadas corrió del país a las petroleras extranjeras? ¿Algún priista se acercará a su tumba con una flor como homenaje? ¿Será día feriado? ¿Habrá puente? ¿El PRI y el Presidente honrarán la figura de Cárdenas como lo hacían antes del 2000?
Será interesante saber qué pasará ese día, dentro de siete meses.