Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
La Autopista México-Tuxpan, una cuestión de fe
Es falso que los tuxpeños lleven 20 años esperando la autopista Tuxpan-México; llevan generaciones. De hecho muchos se hicieron viejos o murieron sin ver cumplidas las promesas de los candidatos priistas que llegaban al pueblo.
De Miguel Alemán a Carlos Salinas, todos los aspirantes a la presidencia prometieron primero, una carretera moderna y después, una autopista de cuatro carriles y el único que medio cumplió fue Salinas que al final de su mandato comenzó la construcción que lleva 20 años y es la hora en que no se puede terminar.
Salinas se aventó el tramo de Tuxpan a Poza Rica y ahí le paró entre otras cosas porque se le acabó el sexenio. Zedillo la continuó por el lado de Puebla, pero no le avanzó mucho porque el error de diciembre lo dejó sin fondos. Fox hizo como que le ponía empeño y los ingenieros como que trabajaban y tampoco se avanzó mucho. Fue Felipe Calderón quien la impulsó e inauguró el 26 de noviembre de 2012, con el pequeño detalle que faltaban 36 kilómetros para su conclusión pero a él le quedaban cuatro días en el cargo.
Esos 36 kilómetros se han convertido en una pesadilla ya que en dos años que lleva la administración de Peña Nieto no se han podido terminar. Bueno, de hecho ya se concluyeron pero han saltado otros problemas. Es decir, cuando no es Chana es Juana.
El pasado mes de marzo, el legislador federal Genaro Ruiz Arriaga, aseguró en entrevista que de acuerdo con el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, la empresa constructora entregaría la obra los primeros días de abril y agregó: «Pero vamos a darles un colchón de tolerancia a junio para que esté totalmente terminada».
En mayo, la SCT anunció que solo faltaban detalles para agendar la fecha de su inauguración. En junio el vocero del gobierno de Veracruz, Alberto Silva Ramos, dijo que en 15 días a más tardar el Presidente de la República inauguraría la autopista.
Ninguno atinó al pronóstico.
El 1 de julio hubo un deslizamiento de tierra y esto retrasó la apertura. Luego hubo otro más grave cerca del puente San Marcos, entre Ávila Camacho y Tihuatlán. Y la inauguración volvió a posponerse.
A esto hay que agregarle las complicaciones que se han presentado por los derechos de vía y los bloqueos de campesinos como los ocurridos el 19 de mayo en Xicotepec, Puebla y el 18 de junio en Tihuatlán, Veracruz.
En ambos, los campesinos exigieron reparación de los accesos a sus pueblos, pago de daños y paso libre a sus campos de cultivo.
Desde el aire la autopista se ve maravillosa, recorrerla en sus tramos abiertos es una delicia, el puente de San Marcos, cuya columna central tiene 225 metros de altura, es un portento de ingeniería. Pero aún no está concluida.
Su culminación no es cuestión de dinero ni de falta de voluntad, se está convirtiendo en una cuestión de fe. Así que vamos a rezar todos para ver si este año al fin se realiza el sueño que los tuxpeños han esperado por generaciones.
Sí, a ver si rezando se les hace este 2014 con la súper carretera.