Raúl López Gómez/Cosmovisión
Yo sí quiero gobernar a Veracruz por dos años
Sigo sin entender por qué nadie desea gobernar por dos años a Veracruz. Digo, dos años no son cualquier baba y podrían redituar grandes dividendos, al menos dividendos históricos.
Ahí tienes lector a Francisco León de la Barra y Quijano que fue presidente nomás por 45 minutos (en lo que le bajaban la peda a Victoriano Huerta para que asumiera el cargo) y por ese simple hecho pasó a la historia como el mandatario número 37 de la nación. Además de que su foto cuelga en la Galería de los Presidentes de Palacio Nacional. O que me dices de Dante Delgado que gobernó el estado dos años y aún sigue mamando del presupuesto. Y lo que le falta.
Pero si nadie le quiere entrar, si todos están poniendo trabas, yo sí le entro.
A mi no me espanta ni el cargo, ni la complejidad del estado, ni las broncas cotidianas, ni la multimillonaria deuda, ni el desempleo, ni saber que tendré que lidiar con líderes campesinos, con taxistas descontentos, burócratas apáticos, maestros iracundos y médicos desesperados.
Y como nada de eso me espanta, tampoco me preocupa.
Para nada me molestaré en presentar un plan de gobierno que sé muy bien que no voy a cumplir, porque para lo único que me servirán dos años será para terminar de conocer Veracruz, platicar con su gente, saber de sus necesidades y dejarlas como herencia a mi sucesor que gobernará por seis.
Como el presupuesto de la federación será muy pinche, desde ahorita les digo a los proveedores, contratistas y acreedores que se les seguirá debiendo pero con mucho gusto me haré eco de sus mentadas de madre y las haré llegar a mi sucesor para que él resuelva qué carajos hará con ellas.
Y como está más que probado que la construcción de un hospital dura en promedio tres años, una carretera rural dura cuatro y una escuela dura dos años y medio, no haré ni hospitales, ni carreteras, ni escuelas con el fin de no dejar obras inconclusas y de dudosa calidad. El hospital de especialidades médicas de Tuxpan que seguramente me pedirán mis paisanos ahora que ande en campaña, se lo dejaré de tarea a mi sucesor, a ver si él sí les cumple ya que cuando Pablo Anaya fue secretario de Salud lo prometió como diez veces y nomás nunca lo hizo.
Ya vi bien el calendario y durante el bienio 2016-2018 no habrá Juegos Centroamericanos, Olimpiadas, Campeonatos Mundiales, ni Cumbres en Veracruz, por lo que no descapitalizaré al estado con gastos onerosos que ha tenido que pagar la ciudadanía.
Eso sí, dos años me servirán para hacer domos en escuelas y pavimentar calles con concreto hidráulico, siempre y cuando cuente con una pequeña ayuda de la CFE y PEMEX que son quienes se ponen bellos en ambos renglones.
Si hay chance de robar robaré pero poquito, tantito por el tiempo que estaré en el poder y tantito porque aunque no lo creas lector, soy muy buey para eso.
Como ves no prometo lo que no podré cumplir y estoy hablando con una sinceridad que ya la quisieran para un domingo los politicastros que andan en campaña buscando la gubernatura sexenal.
En síntesis, si el voto popular o el del Congreso me llevan a la gubernatura de mi estado, prometo solemnemente que haré lo que mejor sé hacer y que me sale muy bien, que es hacerme pendejo durante los dos años que dure mi mandato.