Carlos Ramírez/Indicador político
¿Los más borrachos del mundo?
Lo que es la ignorancia. Por años creí que éramos el pueblo más chupador del planeta. De niño me bastó ver a Pedro Infante bien chachalaco en Vuelven los tres García, o a los papás de mis cuates (mi querido Neno incluido) ponerse unas guarapetas de órdago, para imaginar que íbamos punteando en ese renglón. Ya mayorcito cuando entré a chambear a Excélsior alguien me dijo que si aspiraba a ser reportero mínimo debería tener aliento alcohólico, por lo que mi entrada a la redacción del diario fue por la puerta de La Mundial, de muy gratos recuerdos.
Cuando las nieves del tiempo empezaron a platear mi sien y comencé a caminar lento, como perdonando al viento, seguí creyendo lo mismo. Las canciones de José Alfredo tuvieron mucho que ver.
Pero…
Ahora que estoy ingresando a las juventudes de la cuarta edad y tengo que ir (o mejor dicho, me tienen que llevar) cada veinte días por una nueva tarjeta del INSEN porque nunca recuerdo donde dejé la anterior, la realidad me dice que jamás hemos sido pero ni remotamente el país más borracho de la Tierra, es más, ni siquiera somos los más pedos de Latinoamérica. Estamos abajo de la media tabla.
Un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud indica que Chile ocupa el primer lugar entre los países más bebedores de alcohol en América Latina, el segundo lugar es para Argentina, el tercero para Venezuela, en cuarto lugar está Paraguay, en quinto Brasil, en sexto Panamá, Uruguay es el número siete, Ecuador el ocho y México ocupa la novena posición.
De hecho Latinoamérica es la segunda región del mundo con mayor consumo de alcohol per cápita, abajo de los países Europa del Este donde beben como cosacos y no andan de presumidos.
En lo que sí ocupamos un lugar preponderante es en el número de alcohólicos. Una encuesta llevada a cabo por la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, reveló que el alcoholismo afecta a 32 millones de mexicanos y está presente en más del 60 por ciento de los accidentes que ocurren anualmente en el país.
Y aquí sí vamos para arriba porque del lugar once brincamos al número siete a nivel mundial debido a que se han detectado problemas de alcoholismo en menores de 12 años.
El asunto es grave y si no se atiende de inmediato, dentro de dos o y tres generaciones quizá tengamos una sociedad compuesta casi en su totalidad por alcohólicos.
Si tu le entras con fe al trago lector, no se trata de catequizarte. El alcohol es sabroso y está para que lo disfrutemos. Pero una cosa es beberlo para pasar un rato agradable, para desinhibirnos e incluso para agarrar valor y mentarle su madre al jefe, y otra muy distinta es tomarlo como si fuera comida.
Si nos queremos parecer a Pedro Infante en lo borracho, hay que recordar que el señor no bebía. Y si antes se permitían pomos en las redacciones, en las oficinas burocráticas y hasta en los talleres mecánicos, esos tiempos tiene mucho que pasaron a la historia.
No nos engañemos, nunca hemos sido el país más borracho del planeta. Pero sí somos una sociedad con un severo y creciente problema de alcoholismo. Sobre todo entre niños y jóvenes.
Aguas.
PD. Por si te interesa lector, los diez países donde más se bebe alcohol en el mundo son en este orden: Moldavia, República Checa, Hungría, Rusia, Ucrania, Estonia, Andorra, Rumania, Eslovenia y Bielorrusia. De todos ellos, sólo Rusia tiene problemas de alcoholismo. De nada y salucita.