
El drama de los desaparecidos
Fin al tema del aguinaldo
Varios lectores tuvieron a bien recordarme todo mi árbol genealógico por el lado materno, debido a que ayer escribí que el aguinaldo promedio para personas que tienen un trabajo fijo es de 5 mil pesos. “¿De dónde sacaste tamaña idiotez?” “¿A qué aguinaldo te refieres, al que pagan en Holanda?”.
Hubo quienes me enviaron la copia de su cheque que en el mejor de los casos no rebasa los tres mil pesos endosado con cinco palabras: Mientes con todos los dientes.
Una mujer que dice ser empleada del ISSSTE con 28 años de servicio, me dijo que recibió de aguinaldo “2 mil 742 pesos con 37 centavos y el banco se quedó con los 37 centavos. Me pagaron un bono de productividad de 200 pesos y eso fue todo. De acuerdo con tus datos y contando el dinero de mi bono me estarían faltando 2 mil 057 pesos con 63 centavos. ¿Dónde están mi rey? ¿Me los vas a pagar tu?”
Al momento de escribir estas líneas seguían llegando a mi correo mensajes… digamos… cargados de emotividad y no precisamente navideña: “¿Cinco mil pesos de aguinaldo? No me hagas reír. Con esa cantidad le compro zapatos y calzones a mis hijos que buena falta que les están haciendo”, decía uno de ellos.
Caray, si he sabido que iba a armar este relajo hubiera cambiado el tema. No sé, quizá hubiera escrito sobre el triunfo del América o sobre la vida inútil de Carlos Romero Deschamps. Y es que a pesar de que el dato es real mis lectores están tan calientes que ni modo de decirles de dónde lo saqué porque son capaces de cantarle la bronca al INEGI y al Banco de México.
Evidentemente hay quienes reciben más de cinco mil pesos de aguinaldo como los hay que reciben menos (que como paradoja son los más). La prestación que recibirá un diputado, por ejemplo, es infinitamente superior a la que le dieron a la empleada del ISSSTE o la que recibirán millones de burócratas.
Estos a su vez perciben más que lo que recibirá el pescador de una cooperativa. Y si esta cooperativa es de Tuxpan, quizá no reciba nada porque con seguridad esa lana ya se la pirateo el presidente del PRI municipal, Horacio Cruz Perlestain.
Ahora ¿el diputado recibirá más dinero porque trabaja más que la empleada del ISSSTE y el pescador? No, para nada. Ojalá así fuera, pero la vida es injusta.
Insisto, reitero y subrayo, la cantidad de cinco mil pesos que manejé ayer es una cifra promedio que dieron a conocer instituciones como el Banco de México y el INEGI. Que no empate con lo que percibieron mis lectores eso ya no es bronca mía, como tampoco de ellos, es simple y sencillamente mala suerte.
Pero por otra parte, qué bueno que recibieron aguinaldo. Habemos millones de sujetos y sujetas que estamos con el Jesús en la boca ante la incertidumbre de no saber si nos irán a pagar dichosa prestación. Mi jefe no ha dicho ni pío y desde que llegó se encerró con el contador en su oficina. ¿Será que están contando la billetiza? ¿Estarán buscando argumentos para decirnos que no va a haber lana? ¿Se estarán contando pestañas? Dios mío, qué incertidumbre.
En definitiva, si me dan el aguinaldo lo primero que haré será… será… uta, ya empiezo a desvariar. Primero que me lo den y luego ya veré que fin le doy a esa caraja y jodida, pero necesarísima y alivianadora prestación.