Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
La cuesta del PRD
El 3 de marzo del 2013 y en Sesión de Consejo Estatal Extraordinario, el Partido de la Revolución Democrática presidido por Juan Vergel Pacheco, mandó al diablo una probable alianza con el PAN para las elecciones locales donde se renovarían las 212 alcaldías y las 50 curules del Congreso y decidieron ir juntos pero no revueltos.
Con 80 votos en contra de la alianza y 42 a favor, los perredistas se lanzaron solos al proceloso mar electoral y no les fue mal porque obtuvieron 32 alcaldías y dos curules. Tampoco les fue muy bien que digamos sino que les fue como siempre, ya que obtuvieron la tercera posición atrás del PRI y del PAN y con eso se conformaron.
Ese 3 de marzo aprovecharon su reunión de Consejo para mandar también al diablo a su dirigente estatal Juan Vergel Pacheco al que acusaron de todo. Pero ese es otro cantar y nada más lo estoy dando como dato referencial.
Como en este país hay elecciones prácticamente cada cuarto de hora, la nueva dirigencia estatal se aprestó a prepararse para los comicios del 2015 y lo primero que dijeron es que no irían con el PAN.
Pero esto fue antes de Ayotzinapa.
Después del 27 de septiembre las cosas han cambiado un mundo para el partido que ha sido vapuleado a nivel nacional por situaciones que todos conocemos. Si hasta antes de esa fecha era factor de peso en varias entidades del país, en la actualidad su popularidad está por los suelos… y sigue bajando.
La poca credibilidad que tenía el PRD se hizo añicos cuando salió a la luz que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, era un perredista con al menos un par de órdenes de aprehensión y que esto lo sabía la cúpula del Sol Azteca.
A partir de entonces todo ha sido cuesta abajo.
En la actualidad el PRD no sólo está dividido, está cuarteado y en serio riesgo de resquebrajarse. Las campañas electorales están por comenzar y saben que serán vapuleados si no van en coalición. El problema es que nadie quiere aliarse a ellos.
Hace unos días el panista Ulises Chama dio a entender que en lo que respecta a Veracruz, lo mejor será ir solos que mal acompañados. Y lo mismo han dicho miembros de la cúpula blanquiazul que al hablar en concreto del PRD, lo han calificado como un partido que no está en su mejor momento como para considerarlo un aliado fuerte.
Si el PAN que es la segunda fuerza política del estado y del país le está haciendo el feo al PRD ¿qué se puede esperar de los demás partidos?
En alguna de mis columnas sugerí que así como están las cosas lo mejor para el Sol Azteca es que pida tiempo como le hacen en el basquet o en el voli; o de plano que queme un tiempo fuera como en el fútbol americano y se abstenga de participar en las siguientes elecciones, porque le van a poner una carambiza de su tamaño.
Como eso no se puede porque el INE no lo permite, lo que sigue es que le prendan veladoras a los panistas porque ni Morena, ni el PT, ni Movimiento Ciudadano los querrán de aliados en estos tiempos que corren.
Por lo pronto el líder estatal del blanquiazul, José de Jesús Mancha, dijo que no descarta una posible alianza con el PRD, pero bajo ciertas condiciones. Y puedes apostar lector que al menos por ahora, los perredistas bailarán al son que les toque el tuxpeño.
Aparentemente no hay de otra sopa para ellos.