
Tendrá Coatzacoalcos programa de saneamiento integral: Pedro Miguel
VERACRUZ, Ver., 28 de junio de 2015.- Un olor penetrante que revuelve el estómago anuncia la entrada a la colonia Asociación Civil, al poniente de la ciudad de Veracruz. La pestilencia incrementa en la última calle del barrio, una arteria sin pavimentar, sin drenaje ni agua potable, donde hay dos criaderos de cochinos que en su conjunto suman unos 200 puercos hacinados en reducidos espacios, listos para su venta para el consumo humano.
Los vecinos temen hablar del tema, dicen que los dueños de esos mataderos son malos, andan siempre con machetes y a caballo; sin embargo, es más fuerte la repulsión a los olores que desde hace años no les deja ni comer un taco en paz. Acceden a hablar.
“Los problemas aquí son los chiqueros, la basura. Chiqueros, mínimo, mínimo, este señor tenía más de 100 cochinos. Del otro señor, que se llama Francisco, hay más y tienen ganado. La pestilencia de los cochinos es el problema, los alimentos, todo, el desperdicio, señor, hierven tripas de pollo con desperdicios, es una peste que no se soporta”, dijo Marisela Vélez Rodríguez, quien habita en medio de los criaderos de puercos.
En segundos, en la callecita llena de barro ya hay decenas de personas, todas con la misma queja: las condiciones insalubres de esos animales. Todos coinciden en que los han denunciado ante la Jurisdicción Sanitaría 8, donde sólo les dan amonestaciones que no cumplen cabalmente.
Eso sí, cada fin de semana, sobre todo los viernes, llegan camionetas con varios hombres que cargan los puercos ya sacrificados y los venden en taquerías, en carnicerías, como carnitas, o incluso para una fiesta o bautizo.
“No podemos ni comer porque tenemos un mosquerío horrible. Yo tengo ocho años viviendo aquí, no ha habido un día que no apeste. Salubridad viene y les dan prórrogas. No han hecho nada”.
Marisela Vélez también aseguró que varios de sus vecinos se han enfermado por las condiciones de suciedad en las que viven. Es común que en esa parte de la ciudad se enfermen del estómago, con diarreas constantes y de granos en la piel.
La mayoría de las veces se les quitan solos o cada quien se atiende con sus propios recursos.
“Que quiten el chiquero, es lo que queremos; hemos pedido ayuda y ayuda y nada. Hay como unos 200 cochinos y el ganado, con 21 cabezas de ganado que tiene este señor, pero apesta por el alimento que les dan y el orín”.