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XALAPA, Ver., 19 de junio de 2014.- La madre de un menor de 10 años, Rosario Inclán Martínez, denunció que su hijo sufre bullying desde hace aproximadamente un año, en la escuela primaria Carlos Méndez Alcalde, de la colonia Salud, en el municipio de Xalapa.
A decir de la madre, el menor ha sido víctima de agresiones físicas y verbales por parte de varios compañeros, sin que, hasta el momento, la profesora Edna Hany Guevara ni el director Leopoldo Cano Rojas tomen cartas en el asunto.
«Mi hijo se enfermó, dejó de asistir. Lo he llevado dos veces a urgencias por lo mismo del estrés, tenía principios de hipoglucemia y los maestros no hacen caso. Dicen que son niños y que él los tiene que tolerar. Ya hay una denuncia que elaboré a la SEV y le vamos a dar seguimiento, el director no quiere hacer caso y dice que no garantiza la seguridad del niño», apuntó.
Comentó que la semana pasada interpuso una denuncia ante la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) debido a que las autoridades del plantel justifican la violencia, y señalan que se trata de un juego, además, los padres de los agresores han hecho caso omiso a las peticiones de vigilancia.
«Ya hemos hablado con los maestros, ayer hablamos con el director y se puso muy mal. A mi hijo lo encierran en el baño, le bajan los pantalones, una vez lo sacaron al balcón y le empezaron a aventar piedras a un panal de avispas. La maestra dijo que era un accidente, dice que son niños y que mi hijo no tiene por qué hacerles caso. Le dicen que es niña. El director no ha hecho absolutamente nada», comentó.
En ese sentido, agregó que no es el único caso de bullying que se ha registrado en esta escuela, pues aseguró que se han dado más quejas por el maltrato que se da entre los compañeros de la institución, sin embargo, hasta el momento desconoce si se han presentado las denuncias correspondientes.
Finalmente, explicó que es urgente que se tomen cartas en el asunto, y refirió que está viendo la posibilidad de cambiar de escuela al menor porque teme por su seguridad, pues señala que sus compañeros agresores han llegado al grado de desearle la muerte.