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XALAPA, Ver., 6 de junio de 2014.- Siete integrantes de Las Patronas se presentaron en la Universidad de Veracruz campus Xalapa para dar una conferencia sobre su experiencia en el trabajo con migrantes que vienen realizando desde hace 19 años.
Rosa Romero, integrante del movimiento, narró que hace 19 años que empezaron elaborando 30 bastimentitos no pensaron que su trabajo se extendería tan lejos, incluso más allá de las fronteras mexicanas.
Norma Romero expresó que antes de iniciar el proyecto no sabían para qué servían, pero ahora están convencidas de que les ha cambiado la vida. “Este trabajo no sería posible sin el apoyo y ayuda de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales e instituciones de los tres órdenes del gobierno”, señaló.
Puntualizó que los migrantes no son delincuentes, sólo son personas que necesitan comida, un lugar para asearse y descansar. “Tenemos que solidarizarnos con ellos, escucharlos y atenderlos, porque son muchas las penurias que pasan para realizar su sueño, que más bien es una pesadilla”, agregó.
La mayor satisfacción para ellas, compartieron, es escuchar a las personas gritar “Gracias madre, que Dios me las bendiga”, pero al mismo tiempo se entristecen cuando se dan cuenta de que la comida preparada no fue suficiente para todos, o cuando escuchan a lo lejos “Madre no me tocó a mí”, “madre, no tendrás más”.
En cuanto a la trascendencia que ha tenido su labor, Rosa comentó: “Nosotros no buscamos cámaras, no buscamos periódicos, sino que las cámaras y los periódicos llegan a la casa y pues bienvenidos. A final de cuentas ya somos famosas, dicen que somos famosas, pero ricas en salud y en la vida. Aquí estamos, mientras Dios nos preste vida aquí estaremos apoyando a todos los centroamericanos”, afirmó.
Por su parte la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, recordó que la tarea que realizan estas mujeres refleja que aún existe la solidaridad, la generosidad, el desprendimiento y la empatía humana como mecanismo para sanar heridas sociales.
En tanto titular de la Unidad de Género, María José García Oramas, dijo que son ejemplo de que podemos actuar colectivamente por los derechos humanos desde cualquier parte, para contribuir al mundo que nos ha tocado vivir.