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XALAPA, Ver., 14 de marzo de 2016.- Además del trabajo que se realiza desde los gobiernos e instituciones para erradicar la violencia de género, es fundamental la cultura de la denuncia, de lo contrario la ley no se puede ejecutar y estas violaciones continuarán pese a todo un mecanismo interinstitucional de protección a las mujeres,explicó la titular de la Fiscalía Coordinadora Especializada en Investigación de Delitos contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños y Trata de Personasde la Fiscalía General del Estado (FGE), María del Consuelo Lagunas Jiménez.
“No basta enterarse a través de las notas periodísticas, ese es el inicio, pero necesito una denuncia, eso es lo que tenemos que hacer para frenar este problema, y ha sido un trabajo arduo al respecto no sólo de nuestro organismo o de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, sino también el Instituto Veracruzano de las Mujeres, de los organismos municipales y organizaciones civiles”, destacó.
Durante su participación en el Foro «Belem do Pará», organizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), dijo que el factor principal que evita denunciar a los agresores es el temor de volver a ser violentadas, o peor aún, a ser asesinadas, y señaló que “en la Fiscalía nos toca conocer la víctima entre lágrimas y llantos, en el dolor, el miedo, y sin esa fortaleza para denunciar”.
Sin embargo, indicó que la FGE realiza una importante labor de convencimiento y en muchos casos obtiene éxito, y reiteró que es en el seno familiar donde ocurren mayormente estos delitos y es la pareja sentimental, regularmente, el agresor.
“Entonces, sin la denuncia solamente se estarían poniendo parches a un sistema que no funciona; los que vivimos de cerca la violencia a las mujeres nos damos cuenta que desde un origen debe ser combatida, desde la prevención, como un pilar básico”.
Finalmente, Lagunas Jiménez refirió que la violencia de género no se está previendo, evitando ni denunciando, y “tenemos que ir al fondo, no se está denunciando, falta un análisis de fondo, el empoderamiento de la mujer es esencial, pero sobretodo el reconocimiento del origen del problema, y es que de qué sirve que ahora la ley sancione severamente a quién violente a las mujeres, sino se están iniciando los procesos”.