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Subestimar la complejidad
No somos pocos los que estamos seguros que en las boletas electorales de 2016 estará el apellido Yunes. Posiblemente dos o hasta tres Yunes estarían en las boletas para la elección de gobernador. En el caso del PRI sería tonto que los secretarios de despacho que tantas ilusiones se han hecho para participar vayan a ser tomados en cuenta, a sabiendas que la decisión ya no le corresponderá al gobernador Javier Duarte.
Para nadie es un secreto que con el PRI en los pinos el presidencialismo volvió y por sus fueros. Nadie duda que los candidatos no sólo serán palomeados sino impuestos por el presidente Peña sino que con su decisión se apartará definitivamente del gobernador Javier Duarte, aquél que le prometió un millón 800 mil votos y que le entregó una estrepitosa derrota contra la panista Josefina Vázquez Mota. En efecto, Veracruz fue el único estado en donde el actual presidente no ganó la elección.
El candidato del PRI, aún en contra del gobernador Javier Duarte será el senador José Yunes Zorrilla. Conocido cariñosamente como Pepe, el peroteño construye su candidatura sin promesas vanas y con el apoyo de multitudes. Tan sólo hay que reconocer que en su reciente gira por el sur del estado concentró tanta gente que ni el mandatario estatal ha logrado o bien, a Pepe no le costó un peso concentrarles y Duarte tiene que pagar para que lo vean, esa es la diferencia.
Pero Enrique Peña, catalogado como un presidente poco inteligente y sin fuerza ha mostrado que quizá no es tan tonto como muchos piensan, pues al avalar a José Yunes Zorrilla se deshará de Fidel Herrera Beltrán, a quien no ha logrado desterrar de México por no encontrar un país lo suficientemente lejos para que el historial del cuenqueño no le represente ningún problema, sino que se desharía de Duarte de Ochoa que jamás le ha cumplido ni un solo ofrecimiento, por más barba que le haga.
Lastimosamente, ni Alberto Silva Ramos, el preferido de Javier Duarte; ni Erick Lagos Hernández, el mini clon de Fidel Herrera y ni siquiera Jorge Carvallo Delfín, el nuevo “ajonjolí de todos los moles” tienen la más mínima posibilidad de figurar. Quizá, el único logro de los tres es que en los últimos nueve años se convirtieron en hombres muy ricos y tan ricos como para disfrutar el nivel de vida de personajes como Valentín Ruiz Ortiz, Roberto Hernández y los hermanos Alfredo y Antonio Chedraui.
Pero el elegido es José Yunes Zorrilla o “Pepe” y para muestra un botón. El día en que algún descerebrado decidió imponer a Elizabeth Morales García como dirigente del PRI, al final, el gobernador Javier Duarte de Ochoa salió prácticamente corriendo del evento. En cambio Yunes Zorrilla fue saludado por la mayor parte de los asistentes, lo que confirma que en este momento es el priista con mayor presencia y simpatías. La clave del peroteño ha sido sencilla: Es un priista sin corazón y mente de priista, es más bien, un hombre distinto al resto.
¿Más Yunes en el PAN?
Héctor Yunes Landa es primo de Miguel Ángel Yunes Linares. Ambos se estiman y se reúnen continuamente. Ambos son odiados por Fidel Herrer Beltrán y Javier Duarte de Ochoa. Ambos tienen aspiraciones de gobernar Veracruz. Uno será candidato y el otro no. Así de simple.
Si las cosas salen como algunos avezados cuentan, Héctor Yunes podría ser el alfil su primo si es que este logra imponer como dirigente del PAN a Germán Yescas o José Mancha Alarcón. Si en la elección para la dirigencia el grupo de Yunes Linares fracasa, entonces él sería candidato. De ganar, su candidato será su primo y por una sencilla razón: Héctor Yunes Landa goza de prestigio y sabe ganar elecciones. Le cae mejor a la gente que el propio Yunes Linares.
Lo que es una realidad es que muchos priistas, en los oscurito, mantienen cercanía con Yunes Landa y con el primo, pues es de todos sabido que si el PRI pierde la elección en 2016 rodarán muchas cabezas y varios inquilinos de dependencias estatales podrían tener como vivienda algunos de los renovados centros penitenciarios del estado.
Es por eso que dentro del aparato gubernamental, los “billetazos” están a la orden del día para comprar a aquellos que han sido cercanos a Miguel Ángel Yunes Linares. Sí, en efecto, el estado se está cayendo a pedazos y sin inversiones, pero dinero para las carteras y para los gastos superfluos sí hay y por ello vemos a Eduardo Vega Yunes, Juan Herrera Marín y otros tantos que han traicionado a Miguel Ángel no sólo para ingresar al “club de los ricos”, sino también para ser orejas y trasmitirle cualquier noticia al gobernador Javier Duarte.
Héctor Yunes Landa sabe ganar elecciones y ello benefició de manera directa a Pepe Yunes en la pasada elección de 2012. Héctor tiene mucha gente a su lado y sería una adición al PAN aun y cuando esto caería mal a muchos panistas. De por sí, muchos fueron comprados por la actual administración y muchos de los que están parecieran responder a los intereses de Javier Duarte pues sólo tratan de poner piedritas en el camino al dirigente Enrique Cambranis Torres.
La otra opción para Héctor Yunes Landa sería la oposición, pero ésta prácticamente no existe y aunque sabe ganar elecciones, el experimento no resultaría.
A menos de tres años de la elección, los Yunes se perfilan para buscar el poder en Veracruz.