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XALAPA, Ver., 28 de diciembre de 2015.- Por la falta de obras licitadas desde la federación, así como el pago “a cuenta de gotas” de la obra pública vendida al gobierno estatal, se augura un mal pronóstico para el primer trimestre de 2016, pues al menos 50 por ciento empresas de la construcción cerrarán operaciones o cambiarán de giro, reconoció el presidente de la Asociación de Constructores del Estado de Veracruz A.C. (Acevac), Rafael Núñez Landa.
Informó que el último balance de este año reporta números rojos en la mayoría de las empresas del sector y que “si bien recientemente el gobierno del estado nos dio un abonito, la realidad es que nos siguen adeudando dinero, no se nos pagó como se nos había prometido, por lo tanto estamos en crisis financiera para inicios de 2016”.
En ese sentido, explicó que la situación no sólo afecta a empresarios del ramo de la construcción, sino a muchos proveedores y contratistas locales; “vamos a tener que cerrar entre el 40 y el 50 por ciento de constructoras porque la cuesta de enero, febrero y marzo será muy pesada y quizá empecemos a trabajar en abril o mayo, esto va a ocasionar que no tengamos recursos para pagar la nómina, si no se echan a andar los programas de contratación temprana”.
Núñez Landa reiteró que el gobierno federal tampoco tiene recursos, “hay todo un desorden para reactivar el programa de infraestructura de la Reforma Educativa”; agregó que como parte del programa Escuela Digna, sólo se ha pagado en algunos casos.
“Es decir, la primera ministración del 50 por ciento, para la segunda un 30 por ciento y en algunos ni la segunda, por eso estimo que de este programa se deben al menos 400 millones de pesos a los contratitas veracruzanos, cosa que empeoró la situación”.
Recordó que las obres de infraestructura de Escuelas de Excelencia debió haber comenzado en septiembre de este 2015 para concluir en estas fechas, y “ahora se dice que se comenzará en enero, pero lo vemos muy difícil que se active en los tres primeros meses del año por la falta de recursos, también el gobierno federal se volvió un mal pagador. Ahora ya tenemos dos malos pagadores, el estado y la federación”, concluyó.