Instruye SEV a no obligar a alumnos a participar Día de Muertos
XALAPA, Ver., 23 de enero de 2016.- Raúl Fernando Luciano Martínez Ruiz, -prefiere Fernando- de 43 años, de origen humilde, trabaja de mesero y cree que las candidaturas independientes son una manera de regresarle el poder al pueblo y hacer que la gente realmente tenga voz en el Congreso.
Por ello se registró ante el Órgano Público Local Electoral (OPLE) para ser candidato independiente a la diputación por el Distrito de Xalapa Urbano.
Mientras trabajaba en un restaurante de Coatepec conoció al ex candidato independiente a diputado federal por el Distrito 10 Eduardo Sergio de la Torre Jaramillo, quien le dijo que si era candidato independiente él lo apoyaba, lo cual tomo en serio y se acercó a él para pedirle asesoría.
Su desagrado hacia la clase política “que no están haciendo nada por la sociedad” y el fenómeno Bronco lo animaron, “yo creo que sí se puede», dice seguro.
Cumplir con uno de los requisitos que marca la ley no fue fácil, no hay ningún grupo de poder que lo respalde, “tuve que hacer dos tandas para poder pagar mi asociación civil, las tarjetas que entrego las imprimo y yo las corto, todo eso lo estoy haciendo por gusto».
No le preocupa su inexperiencia política, le bastan sus ganas de mejorar las condiciones actuales de la sociedad para luchar por sus aspiraciones. Además confían en el apoyo de su amigo, Eduardo de la Torre Jaramillo, “es una persona a la que no se le conoce nada turbio”, pero también manifestó que se uniría al grupo de Juan Bueno Torio.
Fernando Martínez nació un 26 de agosto de 1972 en la calle Hortensia número 69, de esta capital, su madre es cocinera y su padre trabajó en Ferrocarriles de México, al jubilarse trabajó de vigilante en la escuela de Turismo en la avenida mi Miguel Alemán.
Estudió la primaria en la escuela Josefa Murillo, la secundaria en la Federal Uno y el bachillerato lo curso de manera abierta en la escuela Emiliano Zapata.
«No hubo carrera técnica, ni licenciatura ni nada de eso porque en mi caso o trabajas y comes o estudias”, a los 20 años comenzó a trabajar y al poco tiempo nació su hijo Fernando Raúl, quien estudió medicina, “y pues había que darle al niño lo que necesitaba en ese momento».
Su primer trabajo fue como ayudante de limpieza en un salón de fiestas, “ahora allí hay una papelería”, recuerda. Posteriormente se fue al restauran Ritz, allí inicio también como empleado de limpieza, después fue lavatrastes, “poco a poco fui subiendo y llegue hacer garrotero que es el ayudante de mesero».
Al tener ya experiencia en atender comensales, fue probando suerte en otros restaurantes de la ciudad.
Decidió abrir su propio restaurant, pero no prosperó, «era un restaurante pequeño que se llamaba Lichos, estuve trabajando como cinco años más o menos en la cocina económica, yo era el chef, la falta de aprendizaje y de administración hicieron que me fuera para abajo».
Su hijo Fernando Raúl de 26 años, actualmente está haciendo su residencia como médico, tiene una niña –Ana Karen- de un año de edad. Recuerda que por la falta de empleo la mamá de su hijo tuvo que irse a Estados Unidos a buscar una mejor oportunidad, así con el dinero que ella mandaba y lo que él aportaba, pudieron pagar la licenciatura de medicina de su hijo mayor.
«Él vive con su abuelita, actualmente hace su servicio social en Tonayán, en julio lo liberan, y primeramente Dios vamos a ver si lo podemos apoyar porque se quiere ir a Puebla hacer una especialidad en nefrología; si hay el recurso con mucho gusto lo vamos apoyar”, dice con tono ilusionado.
A Fernando Martínez le gusta ver películas con su hija pequeña en los ratos libres. ¿Su favorita? Ratatouille, con ella aprendí que “todos podemos cocinar”, y así identifica sus sueños y metas.