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XALAPA, Ver., 15 de febrero de 2015.- Desde este miércoles los católicos comienzan a prepararse espiritualmente para la Semana Santa con el inicio de la Cuaresma, uno de los periodos de mayor importancia para este grupo religioso conforme al calendario litúrgico.
Al respecto, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, recordó que previo a la Pascua “es tiempo de la reflexión, de arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo”.
Explicó que el tiempo de la Cuaresma es de 40 días, “posteriormente inicia la pasión de Cristo, su muerte y resurrección”, por lo que sostuvo que en el transcurso de este tiempo se debe hacer un “esfuerzo” por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes, como hijos de dios.
Indicó que esta celebración se representa en los templos católicos con el color morado, el cual significa luto y penitencia; “es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual, tiempo de preparación al misterio pascual”, subrayó.
El Vocero enfatizó que en la Cuaresma, Cristo invita a cambiar de vida, a despojarse del pecado y conducir el camino con rectitud. “La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la palabra de dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado nos alejamos más de dios”.
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia; en ésta se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
El sacerdote de la Iglesia de la Resurrección dijo que conforme a la Biblia el número cuatro simboliza el universo material; seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
“La práctica de la Cuaresma data desde el siglo 4, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión”.