Matan al sacerdote Marcelo Pérez en San Cristóbal de las Casas, Chiapas
COATEPEC, Ver., 27 de junio de 2015.- No hay punto de comparación entre la comida orgánica y la que encontramos en el supermercado o los tianguis, ya que ellos deben vender cantidad para recuperar costos, pero nosotros ofrecemos a las familias calidad, aseguró Ometoxtli Méndez, agrónomo del Rancho Agroecológico El Equimite.
Refirió que cuentan con 25 hectáreas para el cultivo de quelites, verdolagas, berros, ramona, versas, kale italiano y lechugas. También tienen producción frutal, aunque a menor escala, pues actualmente sólo cuentan con limón y plátano roatán, aunque en futuro estiman tener un total de 12 cultivos frutales.
“Entre las hojas que tardan más en crecer están la alcachofa, que se lleva 220 días para cosechar una sola, y la cebolla, que se lleva más de 90 días; la gran mayoría está en ciclos de 45 días hasta 60 días”.
Para el cuidado de las plantas es necesario tener cinturones de material vegetal que no son para consumo; “son pequeños cinturones en los que trabajamos para que la producción no se vea afectada por alguna plaga”.
Al ser un lugar donde se cultivan productos orgánicos, los químicos no se ocupan para el control de plagas, sino que utilizan una gama de productos elaborados dentro de una biofábrica del mismo rancho, que provee de compostas e insecticidas a base de plantas.
“Nosotros preparamos desde tinturas homeopáticas, agregamos harinas de rocas, cenizas y melaza a todas nuestras fórmulas. Hemos podido agregar azufre mineral a nuestras mezclar en una porción muy baja que está permitida de acuerdo a una certificación, pero se utiliza cuando realmente lo consideramos plaga, como pasó con la roya”.
Para que las plantas crezcan bien, éstas deben estar bien alimentadas para volverse más resistentes. Esto se logra con la elaboración de una buena composta, violes que son a base de estiércol fermentado en un proceso aerobio y microorganismos de montaña.
Reconoció que en 2006 el precio de los productos fue muy elevado, pues competían en precio; por ejemplo, una lechuga costaba dos pesos y ellos la tenían en 18 pesos.
Sin embargo, aseguró que el plus que tienen es que es natural, pues hay una consistencia en la hoja, “cruje más y tienen más vida de anaquel”.