Veracruzanos realizan Segunda Jornada Nacional de Coros y Rondallas
VERACRUZ, Ver., 08 de febrero de 2014.- El combate a los incendios forestales del país nace de la suma de esfuerzos de las instituciones y sociedad civil, en particular de los brigadistas, que a lo largo del territorio nacional exponen su vida para frenar el fuego que afecta flora y fauna en todas las regiones.
Este fin de semana, cientos de combatientes de diversas instituciones estatales y federales reunidos en la localidad, dieron muestra de valor a periodistas estatales y nacionales en un ejercicio que resalta el peligro a gran escala al que están expuestos durante su labor.
Todo inicia cerca de las nueve de la mañana en un área boscosa, los brigadistas están formados con sus herramientas de trabajo: asadones, palas, rastrillos, aspersores colgados en la espalda y motosierras.
El ejercicio inicia en un pequeño paraje, donde algunas personas propician por descuido o negligencia un incendio. Basta una colilla de cigarro o una fogata no extinguida convenientemente para que el monstruo del fuego despierte y consuma al bosque. A veces por esa desidia se pierden vidas humanas.
Comandados por el gerente nacional de Combate a Incendios de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Alfredo Nolasco, inician los procedimientos, desde la alerta de un ciudadano responsable hasta los bomberos forestales.
Montados en camiones cisterna, tanques de acceso rápido y una cuadrilla a pie, llegan al lugar del incendio. No importa cómo pero se ven obligados a llegar al punto del fuego.
Se trata de un incendio cuyas flamas no rebasan los 50 centímetros.
De inmediato, con rapidez y a punta de músculo y pulmón, los hombres abren brechas corta fuego, raspan el suelo, eliminan del camino del fuego todo aquello que pueda ser combustible. El trabajo debe ser rápido, preciso, porque la lumbre no espera.
En cuestión de minutos, la cuadrilla de hombres comienza a sudar copiosamente, cada momento la respiración comienza también a ser más difícil, la densidad del humo puede ser tal que intoxique y asfixie.
Con ayuda de bombas de agua y largas mangueras de alta presión, en minutos el incendio es sofocado. Pero al caer el agua sobre la hojarasca ardiente, el humo se vuelve más denso, la visibilidad se reduce, y ese es otro factor: alguien puede desorientarse, quedar atrapado y perecer.
Prácticamente todos los brigadistas son hombres. Aman la naturaleza, cuidan del bosque. Su trabajo tiene mucho de heroísmo y sus nombres mucho de anonimato. Verlos trabajar, internarse en el terreno en peligro, a expensas de su propia vida, es conmovedor.
En la historia del combate a los incendios forestales han fallecido más de 200 hombres en territorio mexicano. Sus familias los vieron partir sin regreso. Pocos han luchado contra el incendio ocasionado por un rayo, porque la mayoría luchan contra el fuego que originó una persona descuidada, inconsciente, alguien que no pensó que la colilla de cigarro irresponsablemente pudo significar la orfandad de un hijo.
El ejercicio duró unos cuarenta minutos. Se trató de un incendio provocado y controlado que permitió ver de cerca y palpar el riesgo en el que miles de hombres se exponen a diario por salvar la naturaleza.
Una vez declarado extinguido el incendio, los brigadistas comienzan un exhaustivo levantamiento de datos que rigurosamente se reporta a la Conafor, para su análisis, estudio y así conocer las variables de cada siniestro, para crear medidas efectivas para su prevención en el futuro.
Por ello, exhortan a la población siempre atender las recomendaciones de los parques que visiten, no pasar junto a un señalamiento sin tomarlo en cuenta, pues depende de ello heredar a las siguientes generaciones un ambiente sano y salvar nuestras vidas.
Cumpliendo a cabalidad con los objetivos y acciones por las que fue creado el equipo de elite de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el Grupo Tajín, la Policía Estatal tiene presencia dentro de las acciones que contemplan el Programa Nacional de Prevención de Incendios Forestales.
Fue entrenado por la Marina-Armada de México en tácticas de respuesta y acciones inmediatas de rescate para responder a las necesidades de los veracruzanos en materia de seguridad, prevención y auxilio en caso de una contingencia derivada de un fenómeno natural.
Dentro de las actividades que realiza el Grupo Tajín de la SSP, además de sus labores de seguridad pública, está adiestrado en el rescate acuático y de alta montaña, protección civil, primeros auxilios y para combatir los incendios forestales, esto último como parte del adiestramiento especializado recibido por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y la Conafor.
“Hoy estamos ejecutando estas acciones coordinadas en un ejercicio mixto, en el que los medios nacionales y estatales corroboren la relación estrecha”, aseveró el subsecretario de Seguridad Pública B, Federico Rivas Valdés.
Indicó que en el terreno se va a trabajar de acuerdo con las condiciones prevalecientes, con todo el personal perteneciente al grupo policial, donde 200 efectivos apoyan a los veracruzanos en cualquier tipo de desastre, desde una inundación hasta un incendio forestal.