Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
¿FLAVINO DETRÁS DEL CONFLICTO DEL UXPANAPA?
Sigue sin resolverse el conflicto de habitantes de Oaxaca que mantienen tomadas las instalaciones de una subestación de la Comisión Federal de Electricidad ubicada en la zona conocida como Sarabia-Boca del Monte, y que dejó sin luz al municipio de Uxpanapa, al extremo sur de Veracruz.
Desde el pasado sábado por la tarde, día 7, propietarios de predios de la comunidad Sarabia –perteneciente al municipio de San Juan Guichivovi, en Oaxaca– comenzaron esta manifestación y cortaron la energía eléctrica al Uxpanapa, en Veracruz. Todo este territorio está sin energía eléctrica desde hace 5 días y medio, ya que sólo hay una línea que entra y abastece a esta región de población mayormente indígena.
Precisamente esta línea pasa a través de predios de los manifestantes oaxaqueños y es el motivo de las protestas. Los propietarios de predios argumentan que quieren el pago de 60 años de indemnización (según versiones, cerca de 10 millones de pesos) así como diversas obras públicas para la región. Mientras tanto, 102 ejidos y aproximadamente 25 mil habitantes son afectados por la falta de energía eléctrica, además de sectores ganaderos y lecheros que se han visto seriamente perjudicados.
Llama poderosamente la atención que los pobladores de esta comunidad hayan decidido manifestarse en plena época electoral y en momentos de crisis económica. No se recuerda en años recientes una protesta similar con tal impacto.
Igual la forma de presión fue afectar a un territorio cercano de Oaxaca, pero en el estado de Veracruz. La protesta en sí es perversa y maquiavélica, porque las autoridades políticas fácilmente se deslindarían del problema: para Veracruz es un problema de Oaxaca, y Oaxaca es la menos afectada por esta situación, así que no tendrían porqué intervenir. La bronca ahora, en teoría, es de la Federación.
El municipio de San Juan Guichicovi es conocido en Veracruz porque de ahí es originario el actual secretario de Educación de Veracruz, Flavino Ríos Alvarado.
Fuentes que pidieron anonimato, indican que existe otro actor político relevante en la zona llamado Juan Pablo Zamora, un líder local querido por pocos y odiado por todos. Según la fuente, Zamora se dedica a organizar este tipo de protestas y asesora a comunidades para hace desmanes y sacar un beneficio propio, pero además tiene el respaldo de Flavino.
De hecho, cuando Flavino Ríos Alvarado acude al Uxpanapa, siempre llega a casa de Juan Pablo Zamora y ahí lo espera con carne de monte asada.
Y es que Uxpanapa pertenece al distrito local y federal de Minatitlán, y hasta ahí han acudido actores como el propio titular de la SEV, así como los actuales diputados Noé Hernández González y Ciro Gonzalo Félix, a quienes no se les ha visto en la zona desde que fueron a pedir el voto.
De hecho, se sabe que el delegado de Política Regional del Gobierno de Veracruz, José Luis Utrera Alcázar, era el único representante de la entidad veracruzana, así como el alcalde Pablo Prieto Morales, quien personalmente llegó a negociar con quienes quitaron la luz al municipio.
Según las últimas versiones en este alejado lugar, Pablo Prieto habría ya ido a negociar con las autoridades de San Juan Guichicovi, sin respuesta favorable alguna.
Por su parte, personal de la Comisión Federal de Electricidad llevó generadores a base de gasolina para poder dar energía eléctrica a la calle principal de La Chinantla (poblado 10, cabecera municipal) y la calle principal de La Laguna (poblado 6). El hospital general lleva días también trabajando con un generador de emergencia, al cual le dan descanso de una hora diaria.
Lo interesante aquí es que siendo una instalación estratégica y de seguridad nacional la subestación que da luz a todo un municipio, no se ha presentado el día de hoy ninguna corporación policiaca como la Policía Federal para realizar el pertinente desalojo, más allá de las inconformidades de los propietarios de predios.
Incluso los rumores en la zona es que en cualquier momento la gente del Uxpanapa sería la que se organizara y desalojara con sus propias manos a quienes ya varios días los tienen en la oscuridad.
Ojalá que la sangre no llegue al río.