Raúl López Gómez/Cosmovisión
MANLIO, HÉCTOR Y VERACRUZ
Algo que pasó casi desapercibido, pero no para la clase política, fue la presencia del diputado federal casi saliente Manlio Fabio Beltrones, quien se reunió en Casa Veracruz con el gobernador Javier Duarte de Ochoa y el senador Héctor Yunes Landa.
La presencia de Manlio se da en una coyuntura donde a nivel nacional se da una pugna por el poder entre la gente cercana al presidente Enrique Peña Nieto y la clase política nacional que ha sido relegada por los mexiquenses/hidalguenses incrustados en el Poder Ejecutivo, y a la cual pertenece el sonorense.
Como muestra, las declaraciones del presidente nacional del PRI, César Camacho, quien atajó las aspiraciones de Manlio para dirigir al tricolor en el país, al decir que el próximo líder nacional no debe tener aspiraciones presidenciales, las cuales ha manifestado en abierto el todavía diputado federal.
Manlio tiene que ver mucho con Veracruz. Es el pupilo más avanzado del “Hombre Leyenda” Fernando Gutiérrez Barrios, quien curiosamente también padeció lo mismo que su alumno: fue relegado por los hombres cercanos al presidente Carlos Salinas de Gortari, pese a que éste lo había nombrado secretario de Gobernación. Las intrigas se ubicaban en el círculo más cercano del presidente, conocido como los tecnócratas, entre ellos, el poderoso secretario particular Joseph Marie Córdoba Montoya.
Entonces con Manlio se repite la historia, y es muy probable que tengan que darle cabida sino en el gabinete, al menos sí en una posición destacada, como la dirigencia nacional del PRI. Habrá que añadir que en el contexto actual, que quien se aferra a no renunciar al cargo donde Manlio Fabio operaría como pez en el agua, es Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
La pugna de poder también alcanza a su alumno y ex secretario particular Héctor Yunes Landa, quien en un principio también ha sido protagonista de la lucha que sostiene la nueva generación de priistas, emanada del gobierno de Fidel Herrera Beltrán, contra la vieja clase política que se resiste a morir y entregar todo.
La realidad es que la transición sería más tersa si acaso todo fuese bien y los jóvenes hayan demostrado verdadera vocación de servicio y política, pero quedaron muy lejos de otros jóvenes brillantes de antaño. Acaso entonces merecerían pelear por seguir en el poder, de manera limpia, y no con las acostumbradas mentiras, engaños, intrigas y maneras de usar el dinero para extorsionar o chantajear a quien se deje.
EL INFORME DE HÉCTOR
El senador Héctor Yunes Landa presentó su informe de actividades legislativas y convocó a todas las fuerzas políticas del estado, incluso de la oposición.
Acompañaron a Yunes Landa el también el senador Ismael Hernández Heras, ex gobernador de Durango y artífice del reciente triunfo priísta en Puebla. Presente también José Yunes Zorrilla, el otro senador tricolor por la entidad y Fernando Yunes, el joven panista también senador por Veracruz.
En primera fila, el gobernador Javier Duarte de Ochoa con su esposa Karime Macías de Duarte; Verónica de la Medina de Yunes, esposa del legislador; Luis Felipe Puente, representante personal del secretario de Gobernación, acompañado por José María Tapia, director Nacional del FONDEN, gran parte del gabinete estatal, y líderes de diversos partidos.
El montaje del evento sorprendió por su modernidad: redondo, el orador al centro, dirigiéndose a los cuatro puntos cardinales, su imagen reproducida por pantallas gigantes en todo el foro.
En su mensaje, demandó el surgimiento de una nueva política, más eficiente y sobre todo más honesta. Dijo que él, como veracruzano, como millones de ciudadanos, también está harto de la corrupción: “Cada peso que se desvía –dijo– es una necesidad social desatendida”.
Habló de hacer más eficiente, compacto y sensible al gobierno «La autoridad, dijo, o se ejerce o deja de serlo». Por ello refrendó que el gran desafío de Veracruz es recuperar la autoridad del estado y limitarla bajo el imperio de la ley. Dedicó frases que fueron interrumpidas una y otra vez por aplausos cuando tocó el tema de la violencia y el crimen en Veracruz. Dijo: «La fuerza del estado y la fuerza de la ley son el único contrapeso posible al crimen y a la violencia. Debemos empoderar a una autoridad que sea obedecida pero, también, que obedezca».
“Sólo bajo esta condición se logrará desarrollar el mayor plan de infraestructura que conecte eficiente a todos los puntos del Estado, que permita ampliar la infraestructura portuaria, aprovechar a fondo la reforma energética y convertir a Veracruz en el principal polo de producción de energía del país”.
Y, al final, la explosión de algarabía cuando afirma con voz contundente, fuerte: «Los años decisivos para Veracruz serán los que vendrán: ¡Estoy listo!».