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PAPANTLA, Ver., 1 de octubre de 2015.- Este 30 de septiembre, la Ceremonia Ritual de Voladores cumple seis años como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, nombramiento dado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La celebración por parte de los practicantes totonacas —estandartes de este ritual de origen mesoamericano— incluyó la fiesta del Santo Patrono San Miguel Arcángel, en el Centro de las Artes Indígenas (CAI), instancia que, junto con Cumbre Tajín, encabezó la gestión que finalizó en el reconocimiento por parte de dicho organismo internacional.
Con este logro, la Ceremonia Ritual de Voladores se convirtió en el primer elemento vivo de México honrado con dicha nominación, y se reconoció a nivel mundial el detallado Plan de Salvaguardia enfocado a tres grupos principales: los Voladores de Veracruz, Puebla y San Luis Potosí, los danzantes de Guatemala y las regiones de México y Centroamérica en las que se ha diluido la práctica del ritual.
Esta estrategia incluye el trabajo de las escuelas de Niños Voladores del Centro de las Artes Indígenas y la participación de las comunidades y de las autoridades gubernamentales.
En todo el proceso de elaboración del expediente y a partir del nombramiento, en todas las etapas de aplicación del Plan de Salvaguardia ha sido vital la participación de los propios Voladores, organizados en los Consejos de Voladores, Educativo y Juvenil, y las autoridades tradicionales del Totonacapan.
Para otorgar dicha mención, la Unesco valoró que la Ceremonia Ritual de Voladores ha sido transmitida de generación en generación, y recreada constantemente por las comunidades involucradas en respuesta a su interacción con la naturaleza y el universo.
De este modo, el Plan de Salvaguardia guía las acciones de preservación en los siguientes rubros: Valoración, Conservación, Transmisión, Divulgación, Protección e Investigación.
Hoy, seis años después, la Ceremonia Ritual florece en la práctica de todos sus simbolismos y en la regeneración de todos los ámbitos de la cosmovisión: simbólico, natural, ceremonial y cotidiano. Y así lo reconoce, valora y difunde el mundo.