Casos de ictiosis en zonas serranas podrían ser por matrimonios consanguíneos

XALAPA, Ver., 5 de julio de 2015.- En las zonas serranas se registra la mayoría de los casos de ictiosis arlequín, y de acuerdo con especialistas, esto podría ser originado por matrimonios consanguíneos, explicó la dermatóloga del Hospital Regional de Río Blanco, Ángela Aquino Ruiz.

Al señalar que dichos matrimonios son parte de los usos y costumbres en esas regiones, acentuó: “pudiera ser esa la causa, ya que en las ciudades grandes es otro estilo de vida, se tienen mayores oportunidades de conocer gente y eso evita un matrimonio o vida sexual con gente de la familia”.

Indicó que esta enfermedad es poco común, derivada de un grupo heterogéneo de padecimientos, “en ocasiones con pronunciadas escamas con fisuras y por ello la piel se torna bastante frágil, con apariencia a las escamas de un pez; existen cinco tipos de ictiosis”.

Aquino Ruiz comentó que el padecimiento se logra detectar desde el nacimiento de los bebés y no es viral ni contagioso, y se genera por herencias genéticas o por cromosomas mal formados.

“Definitivamente no es contagiosa, quien padece la enfermedad con frecuencia sufre discriminación por la apariencia que muestra y durante el invierno el aspecto tiende a empeorar, por la deshidratación de la piel”.

Dijo que al ser una enfermedad de por vida, el tratamiento debe serlo también, y subrayó que en general todos los seres humanos tienden a escamarse de la piel, aunque de forma muy ligera, casi imperceptible; lo que ocurre con la ictiosis es que no hay desprendimiento de estas células muertas y provoca que los poros se obstruyan, evitando la transpiración.

“Con esta enfermedad el proceso de descamación puede ser acelerado o prolongado, muy prolongado, las escamas pueden generar la inmovilidad en algunas zonas del cuerpo, o tienen mucha dificultad para cerrar los parpados”.

Mencionó que con cremas especiales, que van desde los 100 pesos hasta otras más costosas, se puede controlar la situación, y “el tratamiento puede ser tan simple como usar de manera diaria una crema lubricante, lo más grasosa posible; desde ahí se van elevando costos hasta cremas más completas, más especializadas, elaboradas en laboratorios específicos, que ayudan a regenerar la piel y quitar las células muertas”.

Detalló que en México hay reportes de casos aislados, por lo que poco se ha investigado al respecto, así que no existe una estadística real de cuántos casos se generan cada año; lo que sí es una realidad, expresó, es que quienes la padecen son personas discriminadas y rechazadas en su entorno social.