Garantizada, pensión a personas con discapacidad permanente
XALAPA, Ver., 21 mayo de 2016.- Ante un escenario difícil, los políticos llegan a prometer cosas que pudieran resultar incumplidas y quedar mal con los ciudadanos, sobre todo los candidatos a diputados locales, quienes en uso de voz prometen lo que, de acuerdo al trabajo legislativo, no les compete, pues un diputado sólo fórmula leyes que pueden mejorar las condiciones de la entidad.
Entre las atribuciones de un legislador está la de ejercer cabalmente su representación ante la Legislatura, avocándose al estudio, análisis, debate y votación de iniciativas de leyes y decretos que beneficien a la población que representan y promover aquellas que lleven el mismo fin.
También los diputados tienen la facultad de gestoría en apoyo a las demandas de los habitantes del estado y especialmente de los de su respectivo distrito, además de informar sobre sus labores legislativas y de gestión anualmente.
Actualmente la clase política se ha convertido en una especie que pocos quieren, sobre todo cuando no cumplen lo que prometen en campaña, y es que los diputados por Xalapa 1 y 2 se han excedido en sus propuestas queriendo ganar la simpatía de la gente, sin siquiera ser conscientes que salen de sus atribuciones.
Ello no hacen obra pública; no obstante, han prometido la creación o conclusión, según sea, el caso de hospitales o escuelas.
También prometen crear empleos a corto plazo y aumentar el número de empresas en la región, gestionar programas que ayuden a mejorar las condiciones de salud, e incluso crear un sistema de becas para aumentar la matrícula escolar.
Estas son algunas de las acciones que pretenden «realizar» quienes serían los próximos diputados, situación que posiblemente quede en discurso para animar a la gente a votar, pero no promesas que puedan cumplir.