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TRES VALLES, Ver., 25 de diciembre de 2015.- Tras una Nochebuena familiar y tranquila, esta Navidad las calles del municipio de Tres Valles lucen vacías y calladas; en los patios de las casas, debido al calor de 30 grados que se deja sentir aun con el cielo nublado, se ven algunas familias degustando el recalentado.
Este día, los pocos comercios abiertos lucen vacíos, no se ven los borrachos característicos de estas fechas en las esquinas o en las calles después de trasnochar; la inseguridad ha hecho que la gente prefiera la cautela y la calma que años antes no existía, pues las fiestas se prolongaban hasta amanecer.
Algo que se sigue viendo en este pueblo es la llegada de los parientes que año con año vuelven para visitar a sus familias; gente que emigró a otros estados o países después de la universidad para buscar un buen trabajo y poder darles mejores cosas a sus padres, tíos o hermanos que prefirieron quedarse a trabajar en el campo.
La explosión de los cohetes en todo el pueblo es algo característico, es la diversión de niños y grandes; aunque molesto para los animales, aquí es algo que no les importa, parecen estar acostumbrados, pues incluso los perros que son los más miedosos, hacen rueda con la gente, sin importarles lo que sucede.
Hoy la tranquilidad, la paz, las reuniones familiares se viven, se sienten y respiran, pues la alegría de ver a algunos después de 10 años, juntos a todos los miembros de familia, es algo que agradecen a Dios.