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XALAPA, Ver., 24 de abril de 2015.- La violencia es un problema de México “que nos llevará mucho tiempo solucionar”; no obstante, “el crimen organizado no ve todavía como prioridad sabotear las elecciones”, afirmó el ex presidente del desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE) durante el periodo de transición democrática en el año 2000, Luis Carlos Ugalde.
Aclaró que quienes desean boicotear el proceso electoral son maestros en Guerrero y Oaxaca quienes desean mantener sus privilegios laborales e ignorar la reforma educativa, “mientras toman de manera oportunista el estandarte de lo del caso Ayotzinapa”.
En entrevista para Conexión Veracruz, afirmó que, en general, este proceso electoral marcha en los parámetros normales de unas elecciones, pese a la indiferencia y malestar general en la población.
Señaló que no existe la guerra sucia, “se trata de una campaña de ataques y punto. Los partidos deben decir lo que quieran, y los ciudadanos deben saber juzgar qué creer y qué no creer”.
Dijo que en este proceso electoral domina un clima generalizado de descontento y hay mucha desconfianza ciudadana hacia los partidos políticos; no obstante, sólo en algunos lugares muy esporádicos del país se llama al boicot de los comicios.
Opinó que el Instituto Nacional Electoral (INE) hará bien su labor logística en cuanto a organizar la instalación de casillas electorales; el verdadero reta será el tema de regulación de condiciones de la camapaña, los spot publicitarios, las multas y el tema del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que ha sido muy sonado por sus violaciones a los lineamientos electorales.
Ugalde concluyó que las elecciones 2015 van a ser pacíficas y que podrían ser recordadas por tres cosas: por la indiferencia de los votantes, el desencanto ciudadano por la democracia electoral, y la posible pérdida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la mayoría en la Cámara de Diputados, lo que provocaría una nueva dinámica entre el Congreso y el Poder Ejecutivo Federal.
Finalmente, dijo que las legislaciones en materia anticorrupción y transparencia aprobadas hace unos días son buenas leyes, pero que la clave de todo es la voluntad política. “No necesitas una nueva legislación para combatir la corrupción fuera de control en México. Debemos saber aplicar las que tenemos”.