XALAPA, Ver., 8 de octubre de 2014..- Pese a las acciones «oficiales» de defensa y protección, el número de agresiones contra las mujeres periodistas se disparó en forma alarmante, advirtió Lucía Lagunes Huerta, directora de la Agencia Comunicación e Información para la Mujer A.C. (Cimac).
En Veracruz hay una deuda con las mujeres periodistas que han sido agredidas, alertó la presidenta de CIMAC, quien informó que de 2012 a la fecha van 184 agresiones contra mujeres profesionales de los medios de comunicación.
Al señalar que «al amordazar a los periodistas se deja a la sociedad sorda, ciega y muda», la activista indicó que la violencia contra las mujeres periodistas se utiliza como medio para lograr que abandonen su actividad.
Asimismo, precisó que actualmente, las periodistas viven 90 veces más violencia que en 2000, cuando inició los registros de las agresiones. De las 184 mujeres agredidas, han perdido la vida por lo menos seis.
Los datos son tomados del informe diagnóstico de Cimac. Por ejemplo: En 2002 se registraron dos casos denunciados de periodistas agredidas por su trabajo. En este 2014 la cifra es de 187.
En todo el país, señaló, las comisiones y organismos encargados de defender a las periodistas cargan una «gran deuda» con el gremio. «No tenemos resultados y los agresores no están en la cárcel», observó.
«La impunidad sigue latente. Mientras la impunidad permanezca, es una puerta abierta a la repetición. Si no hay justicia para las periodistas, la posibilidad de recibir nuevas agresiones es muy alta», observó.
Además, las agresiones a las periodistas es un fenómeno tan complejo, cuya incidencia depende incluso de los temas publicados, así, hay temáticas evidentemente más riesgosas que otras.
Hizo especial énfasis a las condiciones laborales de las periodistas. En México, citó, el sueldo promedio es de 300 dólares al mes, con jornadas de 18 horas y un día de descanso.
«La falta de condiciones favorables laborales son un elemento de vulnerabilidad contra las mujeres periodistas, incluso, en la última encuesta realizada, muy pocas mujeres periodistas tenían casa propia: viven con sus papás o con un familiar, mientras los varones, en un 80% tenían casa propia» detalló.
Ante tal escenario, Lucía Lagunes convocó a la unidad entre las periodistas, porque «entre más sola estén, más vulnerables se vuelven» finalizó.