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XALAPA, Ver., 10 de septiembre de 2014.- En Veracruz, el suicido entre adolescentes y jóvenes ha registrado un incremento del 50 por ciento en los últimos 10 años, advirtió Rodrigo Morales García, jefe de consulta externa del Instituto Veracruzano de Salud Mental «Doctor Rafael Velasco Fernández», quien dijo que si bien son los adultos los más propensos a conductas suicidas, diversos factores han influido para que en la última década el suicidio entre menores haya aumentado.
«La tasa ha aumentado en un 40 ó 50 por ciento, pero es un fenómeno sostenido en la última década. En el caso de los suicidios en general, la población más afectada es la adulta, aunque ha ido aumentado los casos entre los jóvenes», dijo.
En el marco del Día Mundial Para la Prevención del Suicidio, el doctor advirtió que es el aumento en el consumo de sustancias como el alcohol y las drogas lo que influye en los casos, aunque señaló que hay otras condicionantes, como la desintegración familiar, lo que abona a la presencia de depresión entre los jóvenes y que puede derivar en suicidio.
«El comportamiento mundial dicta que este fenómeno se ha ido desplazando hacia una población cada vez más joven, en anteriores décadas la conducta suicida era mucho más frecuente en población mayor y en las últimas décadas ha habido un desplazamiento hacia población más jóvenes, adolescentes, sobretodo”.
La media nacional es de 4 suicidios por cada 100 mil habitantes, y en Veracruz está por debajo de la media nacional aunque desde hace 50 años se registra un incremento gradual y sostenido en el número de casos, según informó el galeno.
«Hay factores que pueden influir en la presencia del suicidio como enfermedades, incremento en el consumo de alcohol o sustancias, dificultades en la interacción familiar, la movilización de los componentes familiares o redes sociales de apoyo que han ido cambiando, la facilidad para acceder a recursos letales con las que las personas se pueden hacer daño, por ejemplo», explicó.
Asimismo, alertó que algunos de los aspectos que deben tomarse en cuenta para detectar conductas suicidas es el padecimiento de enfermedades mentales, principalmente la depresión, que aunque es tratable es de las más comunes entre los jóvenes y que no es detectada.
«Un niño o un adolescente que padece depresión presenta cambios en sus hábitos, duerme más de lo usual, está más irritable o enojón o berrinchudo, en general cambios en su comportamiento, ya sea que se detecte en el hogar o en la escuela. No deben dejar pasar estas señales pues son señales de alarma», indicó.