Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
¿GOBIERNO DISTINTO?
El relevo en una de las áreas más sensibles de la administración pública gubernamental, como lo es comunicación social, supone un cambio radical en la política que el estado elige para comunicarse con sus gobernados a través de los medios existentes.
De lo que hizo Gina Domínguez como jefe de prensa del gobierno de Javier Duarte de Ochoa ya hemos hablado mucho, nuestra opinión al respecto la conocen y la seguimos sosteniendo aunque los resultados de su trabajo están a la vista: una imagen completamente equivocada de un gobernante que, nos consta, se preocupa por lo que los periodistas informan, comentan y dicen sobre los resultados de su administración.
Ahora resulta que el noventa por ciento, o más, de los trabajadores de los medios odiaban al gobernador por considerarlo represor, indolente, con un total menosprecio hacia los medios y sus trabajadores, que se atreve a pedir a través de su portavoz el despido de colegas que en sus entregas periodísticas no están de acuerdo con su gobierno.
Nada más falso que eso.
Los ocho casos de periodistas que han perdido la vida, más dos desaparecidos, en este tramo de la administración sexenal es una desafortunada coincidencia para Javier Duarte. Cuando se presentó el primer caso el gobernador tomó medidas urgentes para poner a salvo de las bandas de la delincuencia organizada a los colegas cuyas vidas podrían estar en peligro, los reporteros de la nota roja, por ejemplo, y giró instrucciones precisas para que se investigara entre el gremio a quienes habían sido amenazados o se sentían en riesgo para sacarlos del estado de inmediato, que no se hayan cumplido sus órdenes es otra cosa.
El problema es que, posiblemente de manera intencional -para tenerlo acotado- los perversos dejaron crecer la bola de nieve que se formó, y fue creciendo, en torno a una imagen equivocada del mandatario.
Pero hoy estamos frente a otra realidad: Gina Domínguez ha decidido apagar su teléfono para cortar por lo sano con llamadas que para ella deben resultar incómodas, para que no se diga que pretende seguir interviniendo en asuntos ajenos a su nueva responsabilidad, y por el otro lado a un Alberto Silva Ramos, trabajando las 24 horas del día tratando de reconstruir el tejido maltrecho entre el gobernante y los comunicadores.
Ya visitó algunos medios, ya llevó al gobernador Javier Duarte a desayunar con los caricaturistas, ya llevó al gobernador y su apreciada esposa, la señora Karime Macías de Duarte, a un desayuno con los colegas, en vez de armar una fría rueda de prensa y ahí va avanzando a pasos agigantados. Alberto Silva hace lo que era tan necesario y nunca se hizo; acercar al gobernante con los periodistas y eso, créanme es muy grato.
Ojalá Silva Ramos incluya en su proyecto evitar la imitación de prácticas que inventó y acostumbró Fidel Herrera Beltrán, como sacar a un balcón del palacio a quien va a ocupar un importante cargo público, comprar billetes de lotería para regalar a los periodistas, ir el 24 de diciembre a echarse una cerveza a los portales y todas esas conductas que tanto molestaban a los veracruzanos, impuestas por un mamarracho de la política como lo fue Fidel.
Si se trata de cambiar, hay que hacerlo innovando, demostrando clase y creatividad.
UNA PRESA NECESARIA
A través de los medios de comunicación, y principalmente de las redes sociales, se desataron una serie de falsos rumores en cuanto al proyecto de la firma brasileña Odebrecht de construir una presa en el río Los Pescados, en los municipios de Tlaltetela y Jalcomulco.
Sin embargo, ya con las aguas puestas en su cauce original, los ánimos han bajado y los pobladores, azuzados por supuestos luchadores sociales, comienzan a hacerse a la idea no sólo de la magnitud y los beneficios de la obra en otros lugares, sino del provecho que podrán obtener en sus comunidades.
En ese sentido, trascendió que esta semana será de definiciones en torno a la construcción de la presa.
Un ensayo de lo que se avecina fue una consulta pública que organizó el alcalde de Jalcomulco, Gilberto Ruiz Chivis, quien se ha opuesto desde un inicio a este proyecto, y en el que los habitantes de su municipios no demostraron el repudio generalizado que presume el edil.
De hecho, el 40 por ciento de los lugareños está a favor y el 8 por ciento está indeciso. Lo cierto es que la semana que recién inicia se antoja definitoria para la propuesta de construcción de este megaproyecto que, se dice, generaría al menos ocho mil empleos directos e indirectos en la región.
Por cierto que el proyecto impulsado por el consorcio brasileño Odebrecht, tendrá, entre otros beneficios, la posibilidad de dotar de agua potable a la capital del estado.
ZAPATERO A TUS ZAPATOS
Desde su llegada a la Gubernatura, Javier Duarte de Ochoa ha ponderado la participación ciudadana en diferentes asuntos.
Uno de los temas que más preocupa y ocupa al mandatario, es el relativo a la seguridad.
Como muestra de ello, cada vez que ocurre un hecho donde haya violencia, exige a las autoridades respectivas que de inmediato investiguen y lleguen hasta las últimas consecuencias.
No ha sido fácil, pero los resultados están a la vista de todos; cierto que aún hay muchas cosas por hacer, pero en este proceso estamos inmiscuidos todos.
Y aquí me refiero a que debemos respetar las normas, las leyes. Nos quejamos que nos agreden, pero no admitimos que, en muchos casos, nosotros lastimamos primero.
Algo así ocurrió este fin de semana con Felipe Madrigal Rodríguez, quien además de ser fotógrafo es activista social. Y eso no está mal, lo grave es cuando combina ambas actividades porque se siente intocable.
A decir de los policías municipales de Orizaba, el fin de semana lo detuvieron porque los agredió durante una manifestación donde comerciantes de la chayotera ciudad protestaban en contra de inspectores municipales.
Sin embargo, cuando lo aprehendieron, al señor le salió lo periodista y, a través de las redes sociales, se quejó de la acción de las autoridades municipales, que estaban en su derecho de defenderse.
Diría la clásica, zapatero a tus zapatos.
En ese sentido, coincidimos con el conferencista inglés John Dick, quien considera que la inseguridad no ha rebasado a la sociedad mexicana; al menos, no en Veracruz, donde las autoridades aún tienen el control de la situación y la sociedad colabora.
El destacado escritor estuvo la semana anterior en nuestra entidad y, antes de irse, dejó en claro que la correlación y coordinación que existe entre las autoridades y los veracruzanos, es algo que no se ve en ninguna otra entidad.
Qué pena que algunos veracruzanos, en lugar de reconocer la fortaleza de nuestro sistema de seguridad, sólo critiquen; qué pena que tengan que venir del extranjero para reconocerlo.
Por cierto que una de las familias que más ha criticado el asunto de la seguridad en Veracruz, está inmiscuida –al menos en los medios de comunicación por ahora- en la recaptura de Joaquín Guzmán, el famoso Chapo.
A Miguel Ángel Yunes Linares, cuando fue subsecretario de de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad Pública, donde lo colocó el panista Vicente Fox Quesada, se le peló El chapo en aquel enero del 2001.
Lo capturaron los priistas, y los panistas, en su primer año de administración, lo dejaron ir vía Yunes Linares, vía Enrique Pérez Rodríguez, incondicional de Miguel y en aquel entonces Director general de Prevención y Readaptación Social.
Y vaya curiosidad de los gringos, por ese pequeño hecho, ahora piden que se investigue bien a Yunes Linares.
EL MONTAJE DE EL CHAPO
Los expertos en el tema opinan: “Si esto no fue un montaje, El Chapo Guzmán estaría dando en este momento santo y seña de sus más de 3 mil 500 empresas distribuidas en todo el mundo y también habría ya pláticas con gobiernos de los países en donde ha asentado su imperio; estaría dando los nombres de aquellos funcionarios de cada lugar que le han permitido lavar dinero evadiendo los frágiles controles de seguridad, porque instrumentos para detectar el lavado los hay y convenios entre países, también”.
“Sin el desmantelamiento de las empresas de El Chapo Guzmán, entonces no tendríamos porqué creerle al gobierno. Y bueno, tema aparte serán los múltiples nombres de políticos que el originario de Badiraguato tendría que revelar, sólo por mencionar uno, el exjefe de la DEA dijo a la cadena televisora Univisión que este viejo y abotagado hombre que presentaron en los medios colaboró en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y que de ello hay constancia en los archivos de Estados Unidos.
Por cierto, ¿alguien recuerda qué parentesco tenía con El Chapo aquel hombre que agarraron en agosto de 2013 en España junto con un priista que aparece en fotos con Peña Nieto y Emilio Gamboa, y quienes fueron acusados de pertenecer a las células del Cártel de Sinaloa?”.
REFLEXIÓN
¿Qué tan cierto será que la Contraloría General del Estado investiga al contador Luis Salgado por la súbita riqueza que le apareció?…Puede ser. Escríbanos a [email protected] [email protected]