Raúl López Gómez/Cosmovisión
«Venimos por muchos días, por casitoda la campaña y nadie tiene prisa»
César del Angel Fuentes
Nuevamente el IPE
El asunto de la reserva técnica del Instituto de Pensiones del Estado (IPE) es un tema que por mucho tiempo no se había tocado. El fondo de cinco mil millones de pesos es, o era, una especie de guardadito que el instituto tenía para enfrentar alguna contingencia grave, sin embargo nadie se atrevía a mencionarlo.
Hace algunos meses, cuando el IPE comenzó a hundirse, a dejar de cumplir con sus obligaciones primarias que son las de pagar a tiempo las pensiones a sus jubilados, argumentado falta de solvencia económica, no faltaron quienes comenzaron a mencionar, como opción para resolver el problema, la multimillonaria reserva técnica, pero no lo hicieron para bien sino como parte de los recursos del estado que las últimas administraciones gubernamentales han robado para su beneficio personal. Lo que menos han dicho es que esos cinco mil millones los tienen sudando en alguna institución bancaria y que los jugosos intereses que genera “alguien” se los debe clavar.
Ayer el master en economía, Hilario Barcelata Chávez, con los pelos de la burra en la mano habló de este asunto y dijo que el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) debe aclarar qué pasó con los recursos de la reserva técnica que ascienden a más de cinco mil millones de pesos y de los cuales más de tres mil corresponden a propiedades.
Entrevistado durante la manifestación de pensionados en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, Hilario Barcelata, prestigiado académico universitario, indicó que el director del IPE, Armando Adriano Fabre, debe informar en qué banco se encuentran los dos mil millones de pesos de la reserva técnica, cuánto rinden los intereses y en qué se ocupan, pues hasta el momento nada de esto se ha aclarado, ya que lo único que se ha logrado conocer es que los recursos se encuentran en el banco Banorte.
“Dónde está el recurso de la reserva técnica, por lo menos los 2 mil millones de pesos que deberían estar depositados en algún banco, generando intereses. No lo sabemos, no sabemos en qué banco (…) No sabemos cuáles son los intereses y qué se está haciendo con ellos”
Y a decir verdad, es muy difícil encontrar un calificativo idóneo que describa la crueldad con la que ha actuado el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, con los jubilados del Instituto de Pensiones del Estado.
Retrasar el pago de sus salarios ya es un acto criminal. Los pobres ancianos que dejaron su vida sirviendo al estado, ya sea como maestros, como trabajadores al servicio de la Universidad Veracruzana o del gobierno, llegan al final de una vida de productividad que incluye la aportación vía cheque (descuento a güevo) de una cuota para cotizar en el Instituto de Pensiones del Estado, se encuentran con la sorpresa que lo que les pagan es solo un porcentaje del salario que percibían y, lo peor, no se los pagan a tiempo.
Y que no salgan con el cuento de que el problema es porque el número de trabajadores que aportan sus cuotas quincenalmente es mucho menor al de los que cobran su pensión, eso es una soberana agarrada de tontos.
No, lo que ha pasado en esa institución es que los abusivos, los atracadores, los políticos corruptos, han dispuesto de los fondos del IPE como si fueran suyos.
¿Cuántos exdirectores salieron con las maletas repletas de dinero tras un periodo al frente de la institución? ¿Cuántos políticos han dispuesto de las instalaciones de los hoteles del IPE, así como del centro vacacional de Chachalacas, para usarlos como cuarteles de campaña sin pagar un centavo por todo lo que representa usar los cuartos, consumir alimentos y chingarse el bar?
¿Cuántos políticos como Nohemí Quirasco Hernández, Emeterio López Márquez, Reynaldo Escobar Pérez, Manuel Ramos Gurrión y otros muchos, pero muchos más, cobran una pensión superior a los ¡cien mil pesos mensuales!, que consiguieron gracias a su influencia con los líderes sindicales miembros del Consejo y en complicidad con el director en turno?
¿Cuántos extrabajadores, hoy jubilados, tuvieron la suerte de, en complicidad con sus jefes, ascender en el escalafón laboral a directores, jefes de departamento o titulares, tres o cuatro meses antes de jubilarse, para obtener una pensión con salarios de hasta cincuenta mil pesos que en su vida laboral jamás ganaron, solo que para efectos de jubilación les hicieron el favor y hoy saquean las arcas del IPE?
¿A cuántos líderes sindicales miembros del Consejo les patrocina el IPE sus pachangas de aniversario, festines que cuestan millones de pesos?… A todos.
Y así podemos seguir mencionando irregularidades que se dan al interior de esa institución que, puntualmente, cumple con el pago de sus pensiones a los privilegiados y se ensaña con los que apenas cobran para sobrevivir, motivo por el cual (más que justificado) toman las calles y salen a exigir el cumplimiento de sus obligaciones al gobierno.
Lo más grave que hemos visto es lo que acaba de ocurrir en el pasado trágico fin de año. Primero engañaron a los pobres ancianitos y no les depositaron sus sueldos y sus aguinaldos; luego los agarraron de pendejos entregándoles cheques sin fondos, lo que además es un delito; más tarde les dijeron que sería hasta fin de año, el 30 de diciembre cuando les pagarían y tras haberlos humillado con promesas incumplidas los agreden a macanazos y con toletes eléctricos (tremenda madriza) para obligarlos a que dejaran libre la calle porque “estaban estorbando y creando muchos problemas” … ¡Qué poca madre! Ojalá ese trato animal que les dieron se repita en las personas de los familiares de los funcionarios responsables de esta estupidez.
Y déjense de tonterías y argumentos para retrasados mentales, con revisar a fondo las listas de pensionados, dar de baja a los que cobran sin tener derecho a hacerlo y bajar las insultantes cantidades que les depositan a decenas de influyentes personajes, la nómina bajaría a cuando menos la mitad y punto, asunto arreglado.
Pero, además, que se aclare lo de la reserva técnica de ¡cinco mil millones de pesos! que nadie sabe dónde están, quién se los robó, dónde quedaron. Es dinero de los pensionados y de los trabajadores que están cotizando o, más claro, a quienes les descuentan en sus cheques de pago quincenal un porcentaje de su sueldo para el IPE.
Creen que matando de corajes o a garrotazos a los viejitos se va a acabar el problema y no, la solución radica en limpiar ese chiquero en que está convertido el IPE gracias a tanto ratero que se ha incrustado en las nóminas y en las arcas.
Quieren reventar la alianza PRD-PAN
A estas alturas no se sabe si al PAN le conviene o no ir en alianza con el PRD para tratar de ganar la gubernatura del estado. El priismo estatal, como es de suponerse y estando en su derecho, ha tratado por infinidad de medios (todos sucios) de tronar esta posible alianza, temiendo que así le pudieran ganar al PRI la gubernatura. Y recurriendo a todos los argumentos sucios de la política fidelista los aplican solo que al parecer la mercancía se les ha encarecido.
Por ejemplo, el dirigente estatal del PRD, Rogelio Franco Castán, denunció que también promesas de una candidatura a diputado local, además de dinero «y en todo caso, a los alcaldes está la amenaza de que no le aprobarán su cuenta pública».
Es parte de las artimañas que pretende hacer el PRI para deshacer la coalición opositora con panistas para renovar la mini gubernatura de 2 años y el congreso local «pero el 95 por ciento de consejeros avalan la alianza».
Estamos claro, dijo, de que la alternancia se definirá en el comité nacional «si se avala la alianza, Veracruz tendrá un cambio, porque ya queremos acabar con el endeudamiento, con la inseguridad».
Franco Castán lanzó un llamado al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles «porque nos han dicho que él está detrás de los que están en contra de la alianza en Veracruz, le pido que permita la alternancia, el cambio en Veracruz»
Reflexión
Más que mandatario de un país, Enrique Peña Nieto parecía un divo de la TV mexicana. Qué pena tener estos gobernantes con tan estrecha capacidad mental, carentes de oficio político, sin visión de estadistas. Peña llegó al lugar del acto agrario corriendo como jovencito (atrás dejó al gobernador Javier Duarte), se brincó una contención metálica para saludar de mano, abrazar y besar a sus fans, se tomó las selfies que le pidieron y, entre aplausos, gritos, besos y apapachos, se abrió paso igual que lo hace Luis Miguel o Juan Gabriel. Pobre país, en manos de quiénes estamos. Escríbanos [email protected] [email protected] www.formato7.com/columnistas
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