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Manuel Rosete Chávez
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Antes y después de Pavón
Resultado de un análisis hecho a fondo sobre la situación que prevalece en la pervertida relación prensa-gobierno, el Coordinador General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Juan Octavio Pavón González, acaba de presentar su proyecto de trabajo que incluye las nuevas reglas que habrán de regir ese prostituido intercambio de fondos públicos por complicidad.
La clave de las nuevas reglas es la palabra eficientar.
Dados los cambios que la sociedad registra en términos flujo permanente de noticias, con modernas herramientas que nos ponen casi en tiempo real con la información (redes sociales, Internet, radio y televisión), es necesario cambiar los anacrónicos mecanismos que el gobierno ha venido empleando para ponerse en contacto con sus gobernados.
Lo que antes era noticia en un diario impreso, hoy ya es un refrito. Leer un diario significa retrasarse un día porque la información que nos presentan la pudimos obtener un día antes, ya sea a través de la radio, la televisión o, lo más rápido, en un portal de Internet dedicado a informar como hay tantos y muy profesionales, o al menos vía Twitter o a través de mensajes por teléfono celular.
Frente a eso, para qué le sirve al gobierno invertir cantidades millonarias en medios impresos si lo que tiene por obligación decir al ciudadano es informar
permanente sobre lo que hace en su tarea de gobernar, y publicar (eso si se puede en impresos) convocatorias, avisos, esquelas y punto. Los autoelogios, los reconocimientos que en su mayoría son pagados, las promociones, las campañas políticas y todo lo que tenga que ver con la imagen debe ser financiada por el o los interesados, no con recursos del erario.
La línea editorial de los medios es otra cosa. La tarea de analizar y emitir juicios o críticas sobre lo que hacen los políticos debe ser tarea de los periodistas. Hoy, lo que más peso periodístico tiene son los análisis sobre escenarios políticos, los artículos de fondo, los reportajes que implican una ardua tarea de investigación y, en general, el desarrollo de los géneros del periodismo distintos a la información, a lo que llamamos la nota.
El proyecto del joven Juan Octavio Pavón era necesario, sobre todo en momentos de estrechez económica, cuando para el gobierno es literalmente imposible continuar con la enorme carga económica en que se había convertido el mantenimiento de decenas y decenas de impresos (y muchos portalitos de internet) cuya utilidad dejó de ser funcional, y de otros que encontraron en este sistema una forma de amasar dinero, de sustraer recursos del erario en complicidad con los responsables de las áreas de comunicación. Si la presencia de estos medios no es necesaria porque la modernidad los rebasó, ni modo, tienen que quedar fuera y hay que proceder a eficientar los recursos que se tienen a la mano para informar y punto.
Esta nueva relación prensa-Estado redundará en beneficio del buen periodismo, porque para hacer clientela (lectores) hay que ser mejores, ya no bastará con ser cuate del titular o tener un amigo cercano al responsable de autorizar publicidad para echarse en la hamaca y obtener importantes ingresos sin el menor esfuerzo, ostentándose además como “periodistas”. Tampoco valdrá ofrecer un porcentaje a cambio de un jugoso convenio, o de entregar dobles facturas, o incluso de mocharse con los empleados para que filtren entre los paquetes facturas que después comparten. Eso simplemente se acabó con la reingeniería que coloca al gobierno de Javier Duarte de Ochoa en la tesitura de antes de Juan Octavio Pavón y después, para la historia.
¿Que habrá afectados? Claro, todos los seudoperiodistas que estaban acostumbrados a recibir dinero a manos llenas a cambio de publicar elogios y boletines oficiales. Pero esos no representan nada, salvo que son un grupito reducido de veracruzanos parásitos a quienes se les acabó la chichi. Por fin.
La visión compartida de Américo
Leímos en uno de los boletines emitidos por el Ayuntamiento de Xalapa algo que nos parece digno de comentar porque escapa de una mal entendida competencia que viven algunos municipios y que ha causado daño a las sociedades. Dice el comunicado número 596 que el alcalde Américo Zúñiga Martínez, durante la presentación de la nueva campaña de promoción turística “Así de cerca”, en la que por cierto estuvo acompañado por el senador Héctor Yunes Landa y el secretario de Turismo y Cultura, Harry Grappa Guzmán, afirmó que “tenemos que entender que no podemos competir entre municipios, sino que debemos compartir la misma visión, metas y objetivos para, entre todos, hacer de la región de Xalapa una región turísticamente competitiva en el panorama nacional e internacional”.
Eso es precisamente lo que se necesita en todo Veracruz, que las autoridades municipales unan fuerzas como lo dice el alcalde de Xalapa, para sacar al buey de la barranca que vive cada municipio. En Veracruz hay 212 realidades, se sabe que no todas podrían articularse por las condiciones geográficas que se tienen pero en temas como el turismo, bien pueden aliarse y no dividirse. Ahí tenemos a la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, el más importante polo turístico de playa en el estado. Aquí en el centro, la región de Xalapa tiene zonas muy atractivas con Pueblos Mágicos y buenos servicios para ofrecer condiciones al turismo.
Por eso coincidimos con la manera de pensar del alcalde Zúñiga Martínez.
Ricardo Orozco Alor
incendia tecnológicos
Muchos se han preguntado quién provocó el conflicto en varios institutos tecnológicos del estado de Veracruz.
Como es sabido, en los tecnológicos de casi todo el estado hubo un paro de «brazos caídos» por el inminente nombramiento del exdiputado panista Alfonso Vázquez Cuevas como subdirector Académico del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa.
Pues resulta que el causante de esta bronca fue un personaje de muy negros antecedentes. Se trata de Ricardo Orozco Alor, quien es director del Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos, pero que presume de ser al mismo tiempo súper asesor de las autoridades educativas con sede en la capital veracruzana. O sea, mal dirige su plantel a control remoto y en Xalapa se ostenta como director «de facto» de todos los tecnológicos de la entidad.
Y es que este individuo fue quién operó el polémico nombramiento de Vázquez Cuevas que tiene tan enojados a los investigadores y docentes de los Tecnológicos, pues si el panista es académico, usted y nosotros -amables lectores-, bien podemos ser doctores de La Sorbona o científicos de la NASA.
Pero esa no ha sido la única trastada del grillesco Orozco Alor. Recientemente realizó una serie de movimientos erróneos en el sistema tecnológico veracruzano, en los planteles de Jesús Carranza, San Andrés y Naranjos, cambiando arbitrariamente a los directores de estos centros educativos, lo que también generó inconformidad entre la comunidad académica.
No estaría nada mal que le pongan un alto a este siniestro personaje pues, al paso que va, seguirá incendiando el estado con conflictos nada recomendables entre la base estudiantil y magisterial. No olvidemos que en pleno proceso electoral, el gobernador Javier Duarte de Ochoa trata de garantizar la estabilidad política del estado, y estos conflictos en nada abonan a la gobernabilidad.
Mala leche
Fue Javier Duarte de Ochoa a Veracruz y, como siempre, los medios quisieron escuchar de su ronco pecho la información que otros difunden para generar caos.
Y el jueves pasado no fue la excepción, pues en cuanto lo vieron, los reporteros le preguntaron sobre algunos temas, siendo el caso de las supuestas fosas halladas en Veracruz en el que más insistieron.
Calmado y de muy buen humor, el mandatario les dijo que esa información es totalmente falsa y los remitió a preguntar a la Fiscalía General del Estado, a la Procuraduría General de la República o a las secretarías de Marina o de la Defensa Nacional.
Se trata, dijo, de que ustedes se convenzan de que esos datos son falsos, que no existen esas fosas, que hay coordinación entre los tres órdenes de Gobierno y que no hemos encontrado nada.
La mala leche de algunos políticos se está sintiendo en este proceso electoral, pues pretenden aplicar la del refrán de ‘a río revuelto, ganancia de pescadores’, pero no la tienen fácil puesto que los candidatos priistas empezarán sus respectivas campañas con la máquina bien aceitadita y será difícil vencerlos con chismes baratos.
Reflexión
Tiene toda la razón la amable lectora que nos hace la siguiente observación: Después de meses de estar archivada, por fin fue aprobada por el Congreso Local la nueva Ley sobre Tránsito y Seguridad Vial, presentada por el diputado Francisco Ramírez Arana. La aprueban en el quinto año de gobierno y dan ¡seis meses! de plazo para ajustar verbos y poderla aplicar, o sea, al inicio del 2016. Es una verdadera vergüenza. Bueno, una de tantas. Escríbanos a [email protected] [email protected] www.formato7.com/columnistas