Apodos y agresiones: el bullying en Veracruz

Hace apenas unos días, un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), reveló que México ocupa el primer lugar a nivel mundial en casos de bullying,

Según este estudio, cerca de 19 millones de estudiantes de primaria y secundaria son víctimas de violencia escolar.  Es decir, 40.24 por ciento ha sufrido acoso, 25.53 por ciento ha sido insultado, 17 por ciento golpeado y 44.47 por ciento ha sido víctima de violencia en redes sociales.

Otros estudios ubican a la entidad  veracruzana en el quinto lugar en incidencia en este problema social pero, ¿qué se está haciendo?

En octubre de 2011, y a propuesta de la entonces diputada local Ainara Rementería del Puerto se aprobó la Ley de Acoso Escolar del Estado de Veracruz, mediante la cual se contemplaba la elaboración de un padrón estatal de casos de bullying para tener constancia de estos hechos a fin de brindar la orientación adecuada a los involucrados.

Pero además, el ordenamiento aún en vigor, incluye un Plan de Prevención, el cual debe ser actualizado cada dos años con la intención de integrar las experiencias de profesores, padres de familia y autoridades educativas.

El Plan de Intervención se establece –de acuerdo con la ley-, a partir de una consulta en la que participen autoridades educativas y sanitarias y establece los protocolos de actuación cuando se detecte la presencia del bullying.

A la par, incluye la creación de un Registro Escolar para el Control del Acoso Escolar en el cual, se tendrán las estadísticas.

En esta nueva legislatura, la Sexagésima Tercera, se ha propuesto modificar y mejorar la Ley contra el Acoso Escolar del Estado de Veracruz.  Para esto se ha solicitado a la SEV, un informe pormenorizado sobre las acciones preventivas que la Secretaría de Educación de Veracruz implementa.

Pero además, el Grupo Legislativo del PRI presentó una propuesta para  mejorar las relaciones interpersonales y familiares, con la ayuda de especialistas del Gobierno del Estado que aborden temas como autoestima, valores, prevención de adicciones, comunicación, violencia intrafamiliar, sexualidad, nutrición, uso adecuado de Internet y redes sociales.

Lo cierto es que si bien en nuestra niñez no dábamos tanta importancia a quien nos llamaba pecosa, cuatro ojos, panzas o cualquier otro apodo que hace alusión exagerada  a una cuestión física, hoy el acoso escolar ha cambiado.

Desafortunadamente hoy es noticia las jóvenes que propiciaron una golpiza a su compañera por usar lentes, al que no sólo molestan en casa sino que sigue la burla en redes sociales o peor aún, los casos de violación con objetos entre compañeros, como sucedió hace unos días en el norte del país.

De ahí que no llame la atención que ante estos hechos ya grupos de apoyos como Neuróticos Anónimos tengan grupos de atención para niños y jóvenes: acosadores y acosados.

Más allá de leyes perfectibles, los padres tenemos que hacer lo propio educando y corrigiendo a nuestros hijos, escuchando y atendiendo sus problemas: el bullying empieza en casa.  Que no termine en un tutelar de menores.

@YamiriRodríguez.