Gabriel García-Márquez/Sentido común
Los independientes
Con el surgimiento de las candidaturas independientes y el posterior triunfo del «Bronco» en Nuevo León, se abrió la alternativa que permite aspirar a gobernar sin pertenecer a un partido político, así como opciones para que el ciudadano no se vea «obligado» a votar por los de siempre.
La aparición de las candidaturas independientes obliga de entrada a que los partidos políticos se renueven, se revisen, se despabilen y dejen de ofrecer aquello que por historia ha cansado a los mexicanos. ¿Cree usted que si hubieran existido las «independientes», Roberto Madrazo habría sido candidato a la Presidencia por el PRI?, ¿considera usted que también habrían puesto a Francisco Labastida? , ¿qué habría pasado si en la anterior elección Presidencial, no sólo hubieran participado Peña Nieto, Vázquez Mota y Andrés Manuel?, ¿qué tal que hubiera participado un «independiente»? , ¿un académico reconocido?, ¿un periodista renombrado que gozara de credibilidad?, ¿un ex político cuya popularidad creciera al abandonar su partido como rebeldía? Sí, las cosas habrían sido distintas, quizá no hubieran ganado, pero habrían fraccionado el voto, provocando otro ganador, ¿no cree?
El panorama electoral para los siguientes procesos en estados y municipios será diferente, y sin duda, cuando venga la Presidencial, los partidos habrán de fijarse más que nunca en dos aspectos: su candidato, en primer lugar, y en segundo, con quién aliarse. Hoy es muy complicado ganar participando como partido único, y si hay dudas al respecto, habría que preguntarle al PAN, quien se empecina en ir solo, cuestión que le generó pésimos resultados en la elección del pasado 7 de junio.
No cabe duda, las candidaturas independientes modificaron ya las estrategias de los partidos políticos. No queda de otra, es renovarse o morir, es repensarse o fallecer. Si los institutos políticos no se esmeran en un buen candidato y en una buena alianza, se los «carga» fácil un «independiente». Ya no se trata de elegir al que más años tiene en el PRI o en el PAN, simplemente la militancia no alcanza, hay que tener «militancia» con la gente, y en eso, llevan las de perder «los de siempre».
El PRI deberá conservar su alianza con el Verde; el PAN deberá pensar que no puede ganar solo, su estructura ya no le alcanza; la izquierda y el PRD deberán convencer a Morena de abanderarlos, las cosas hoy con López Obrador son distintas, revivió, o en una de esas, Morena podría elegir con quién se alía… hay mucho por pensar, de otra manera, las candidaturas independientes podrían ganarles, ahí tienen, insisto, el tema de Nuevo León.
Veamos el caso de Veracruz. ¿Quiénes podrían tomar mayor fuerza como independientes que abanderados por un partido político? La baraja de nombres ha ido creciendo, ahora los «rechazados» en los procesos de selección de los partidos políticos podrían rebelarse, e irse «por la libre».
¿Nombres? Al momento, el Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza; el diputado Ricardo Ahued; el diputado Renato Tronco (nadie le quita que haga su «lucha»); los Senadores José Yunes y Héctor Yunes, en caso de que su partido no los nomine; el diputado federal Alejandro Montano, e incluso, si me apura, los diputados electos Erick Lagos y Jorge Carvallo, ambos obtuvieron una votación elevada en sus distritos y tienen loables relaciones en el centro del País.
Las opciones para las candidaturas irán creciendo, pues como podemos observar, la situación también irá ligada con la rebeldía y la mala selección de los partidos entre sus activos políticos.
Aquí en Veracruz hay muchos «broncos», ya no falta tanto para que se vengan los tiempos, están a la vuelta de la esquina, ¿se ha dado cuenta de ello?