David Colmenares Páramo/Día mundial de la información para el desarrollo
El ganador del primer debate por la gubernatura en Veracruz.
Se llevó a cabo el primer debate no oficial entre candidatos a la gubernatura de Veracruz; logró reunir a casi todos los que buscan la silla de Javier Duarte. Fue organizado por una televisora local del sur del estado, con fuerte presencia en Minatitlán y Coatzacoalcos: Olmeca TV. El único inasistente fue Cuitláhuac García, de Morena, quien argumentó que prefería aprovechar el tiempo para caminar y platicar con la gente, además de que no era un encuentro avalado por el Órgano Electoral.
Sin temor a equivocarme le comento que el ganador de este debate fue el candidato independiente, Juan Bueno Torio; le siguió Armando Méndez de la Luz, de Movimiento Ciudadano. Por su parte, a mi juicio, los primos hermanos, Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN-PRD, y Héctor Yunes Landa, de la alianza que encabeza el PRI, empataron en el balance general.
¿Por qué ganó Juan Bueno en esta primera ocasión? Simple, porque ocurrió lo que regularmente pasa en los primeros debates de una contienda electoral: los dos punteros se atacan, mientras el tercer y cuarto lugar aprovechan para proponer y mofarse de los que se pelean. Eso hizo el candidato independiente, quien no sólo capitalizó el intercambio entre los primos hermanos, también la ausencia del abanderado de Morena.
Ocurrió justamente lo mismo que aquellos ejercicios donde Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza, salió ganador por encima de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, en el debate Presidencial del 2012; o bien, cuando aquel candidato con discapacidad, Gilberto Rincón Gallardo (QEPD), del desaparecido Democracia Social, obtuvo popularidad con sus propuestas, aprovechando que Vicente Fox y Francisco Labastida usaron sus minutos para descalificarse, y en menor medida, para hablarle a la ciudadanía.
Ahora bien, el hecho de que Bueno se haya levantado con la victoria en el primer debate de candidatos, no significa necesariamente un aumento considerable de votos para su causa, pero sí un crecimiento en su popularidad, mismo que de aprovecharse inteligentemente, podría traerle dividendos. Recordemos que tanto Quadri, en el 2012, como Rincón en el 2000, ganaron debates, pero no pasaron del cuarto lugar general.
Más allá de señalar sitios o primeros lugares, el hecho de que Juan Bueno haya ganado este primer debate le beneficia directamente a Héctor Yunes, pues desde que el cordobés dejó las filas del PAN para buscar la independiente, se supo que muchos de los votos que obtendría sería quitándoselos a Yunes Linares. No olvidemos que todo aquello que obtengan los ex blanquiazules que ahora son candidatos, afecta al abanderado de la alianza opositora.
Si me centro sólo en el cara a cara de los primos hermanos durante el debate, Yunes Landa ganó el duelo de las propuestas y Yunes Linares el de las descalificaciones; ambas en la guerra electoral son importantes, sin duda. Me explico, el priísta venció en la contundencia de sus propuestas, mientras que el panista lo hizo con el efecto de sus ataques. Los dos indicadores acarrean votos de diferentes públicos, es una realidad que se refleja en las urnas.
*Este texto es responsabilidad absoluta del autor.