Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Los candidatos del Verde
Don Miguel Alemán Velasco, ex gobernador de Veracruz, siempre ha dicho que en la política, la paciencia, la constancia y la circunstancia, son los tres factores que determinan las posibilidades reales para competir por una posición o cargo público.
Centrémonos en los candidatos a las diputaciones federales por Veracruz, tuvieron paciencia, aunque seguramente se desesperaban en su interior; de igual forma, contaron con la constancia, pues con mañas o sin ellas, se mantuvieron ahí, presentes, esperando el «dedazo» de los que eligen; y claro, tuvieron la circunstancia, pues todos ellos buscaron las condiciones legales, personales, económicas, de amistades, compadrazgos, y demás demonios, para ser ungidos por los que mandan, y finalmente, poder registrarse como candidatos.
Ahora, ¿quiénes de ellos contarán con la circunstancia idónea para ganar? La circunstancia depende de varios factores, desde la situación que viva en ese momento histórico el partido político que los respalda, hasta los escándalos que vayan surgiendo en el camino. Por ejemplo, ¿de qué manera influirán en los votantes las multas que le han imputado al Verde Ecologista? ¿perjudicará a sus candidatos? ¿les ayudará porque a la gente le gusta votar por el multado o castigado? Hay votantes, que como en el deporte, les gusta apoyar al «más débil», aunque de débil no tenga un pelo.
En círculos superiores y en muchos foros, se dice que el Verde Ecologista va direccionado a fusionarse con el PRI, es decir, que ante la necesidad de renovar cuadros e imágenes para el electorado, la estrategia política sería que después de una serie de procesos, el PRI mutara y se aliara definitivamente con el Verde, para así formar un partido que una las bondades de ambos, buscando eliminar con el «cambio de aires», algunos de los vicios que la gente ya no tolera.
La idea no es mala, pues en el marketing político se sabe que la renovación de imágenes crea un espejismo que manda a segundo término la filosofía del partido. La imagen, bien manejada, mata ideas. De esta manera, si la teoría se cumple, y el PRI se convierte en el Verde, aunque el partido nuevo cambie de nombre, habrán acertado, y si aunado a ello, le meten buenas propuestas, serán un muy buen sinodal a vencer.
De todas formas, así como el Verde ha otorgado en las últimas elecciones ese porcentaje de votos que el PRI necesitó para ganar – la Presidencia de Peña Nieto es un ejemplo-, necesitarán crear otro partido satélite que cumpla con lo que el Verde hizo en su momento, convertirse en la minoría deseada por todos, una minoría que se ha vendido y posicionado como impulsora de jóvenes, o en su defecto, de gente con ideas novedosas o juveniles.
Con este panorama que le comento, ¿qué suerte tendrán los candidatos del Verde en las diputaciones federales de Veracruz? Así es, tienen muchas opciones de ganar por el simple hecho de estar «verdes», sin estarlo en realidad, sea el distrito que sea. Cuestión de marketing político. Ya verá.