Miguel Ángel Sánchez de Armas/Juego de ojos
Líderes históricos de la izquierda mexicana, como el tres veces ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; ex priistas y neo-izquierdistas como Manuel Bartlett Díaz, y Andrés Manuel López Obrador, dos veces nominado a la Presidencia de la República y quien actualmente se recupera de una afección cardiaca, lloran ahora junto con sus seguidores por la precipitada aprobación de la reforma energética; sin embargo, esto que llaman “el gran robo a la Nación” bien pudieron evitarlo anticipadamente si todos en su momento hubieran hecho a un lado sus ambiciones personales, protagonismos mesiánicos y autoritarismos corruptos que desde hace cuatro sexenios han abortado el arribo de un gobierno “democrático y nacionalista” como el que han pretendido encabezar y que hoy habría impedido que se consumara esta “traición a la Patria”.
Pero en julio de 1988 Bartlett, en ese entonces secretario de Gobernación, operó como presidente de la todavía Comisión Federal Electoral –que dos años después sería sustituida por el IFE, un órgano ciudadanizado– la “caída del sistema” para escamotearle el triunfo a Cárdenas. Mediante ese “fraude patriótico”, el poblano contribuyó a la imposición de su aun correligionario Carlos Salinas de Gortari, cuya Presidencia consolidó el neoliberalismo privatizador que desde el sexenio anterior venía impulsando el presidente Miguel de la Madrid.
Posteriormente el ex gobernador michoacano y fundador del PRD se empecinó en las sucesiones de 1994 y 2000 en volver a contender pese a su evidente desgaste político, cerrándoles el paso a otras figuras más frescas de la izquierda que estaban mejor posicionados en las preferencias electorales, como el propio López Obrador, quien luego en 2006 inició su campaña presidencial con una amplia ventaja en las encuestas pero al final perdió la elección ante el panista Felipe Calderón por su cerrazón y arrogancia, lo que lo distanció también de Cárdenas por haberle negado su apoyo. Y seis años después, en 2012, al tabasqueño ya no le alcanzaba el punch pero tampoco fue lo suficientemente honesto y generoso para admitirlo y ceder la candidatura a otros aspirantes, como por ejemplo el jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard, quien era muy bien visto por grupos progresistas e inclusive por influyentes intelectuales afines al PRI y PAN, como el recién fallecido escritor Carlos Fuentes y el historiador Enrique Krauze.
Así que parafraseando el reclamo de la sultana Aixa a su hijo Boabdil cuando éste perdió el reino de Granada –el último reducto moro luego de casi mil años de permanencia árabe en España–, bien valdría reprocharles a los izquierdosos que no se vale que ahora “lloren como mujeres lo que no supieron defender como hombres”.
Adelantada
A varios xalapeños ha llamado la atención la inexplicable autopromoción de la alcaldesa saliente del municipio del Acayucan, Fabiola Vázquez Saut, quien ha mandado a colocar sobre la transitada avenida Lázaro Cárdenas de la capital veracruzana sendos anuncios espectaculares acerca de los “sueños alcanzados” durante su administración municipal que concluye el 31 de diciembre próximo.
Por el gasto realizado en su autopromoción –que también incluye un bombardeo de spots en radiodifusoras del puerto de Veracruz– es de suponerse que la guapa munícipe sureña debe estar cerrando su gestión con número negros, con el pago asegurado de sueldos y aguinaldos a los trabajadores de ese ayuntamiento y cero deudas para la administración entrante.
Pero, aún así, ¿se vale un despilfarro de esta naturaleza para mero lucimiento personal? ¿Qué pretende y a qué le tira Fabiolita con tanta publicidad? Y es que la elección inmediata es la de diputados federales, pero será hasta julio de 2015, por lo que para sustituir a su hermana Regina en el Palacio Legislativo de San Lázaro todavía falta alrededor de año y medio.
Seguramente la hija del desaparecido cacique Cirilo Vázquez Lagunes es de las que creen que “a la que madruga Dios la ayuda”, aunque hay otro refrán popular que advierte que “no por mucho madrugar amanece más temprano”. ¿En la política veracruzana cuál de estos dos dichos tendrá mayor vigencia? Ya se sabrá a su debido tiempo.