Raúl López Gómez/Cosmovisión
Correspondió al secretario general de Gobierno, Erick Lagos Hernández, cerrar la noche de este martes 10 la pasarela de funcionarios estatales ante el Congreso local para la glosa del tercer informe del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
En su comparecencia, que duró cerca de cinco horas, el titular de la SEGOB fue muy claro y contundente al expresar que en esta nueva etapa de Veracruz no hay espacios, tiempo ni lugar para protagonismos ni afanes de carácter personal, sino que es tiempo de servir con entusiasmo y voluntad a todos los veracruzanos.
La expresión de Lagos Hernández habría que contextualizarla en el adelantado escenario de la sucesión gubernamental de 2016, en la que por su privilegiada posición política y trayectoria priista se le ha encartado junto con otro par de colaboradores cercanos del gobernador Duarte y los senadores José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, todos del partido tricolor.
El ex presidente del CDE del PRI, quien hace apenas cuatro meses asumió la titularidad de la SEGOB, fue muy puntual y preciso al afirmar que “la instrucción del gobernador Javier Duarte de Ochoa para los próximos años es seguir en la ruta y la dirección correctas, sin distracciones de ninguna índole”.
Lagos dijo conocer perfectamente la Secretaría de Gobierno, pues refirió que a los 34 años de edad asumió la Subsecretaría de esta dependencia estatal al lado de Gerardo Buganza Salmerón. “Fui subsecretario de Gobierno 19 meses en un periodo difícil de lo que es una entrega-recepción. Era algo complicado, pero el señor gobernador vio mi hoja de servicio, que tenía el nivel y el tamaño para asumir el cargo”.
Y hoy, añadió, a los 38 años de edad el gobernador Javier Duarte le delegó la responsabilidad más grande, pues recibió la instrucción de hacer de la SEGOB una dependencia fuerte y de resultados, que trabaje a la par del gobernador, las 24 horas, y que sirva como eje de enlace con las demás Secretarías del Gobierno del Estado.
“Eso es lo que buscamos. La conozco perfectamente bien. Recibí una Secretaría de Gobierno estable y que en estos cuatro meses, los Subsecretarios y los Directores la hemos consolidado más, con base al trabajo y a la instrucción del Gobernador”, expuso Lagos, quien puntualizó que dentro de sus responsabilidades no hay hora de comida ni hora de sueño, y que por tanto él o su equipo de colaboradores han procurado acudir a los distintos puntos de la entidad veracruzana para atender o desactivar problemas para evitar que llegaran a serlo.
Informó que tan solo en este periodo que lleva al frente de la SEGOB han logrado desactivar el 65 por ciento de las manifestaciones registradas en Veracruz. “El secretario de Gobierno no se debe de ver, sino que se debe de sentir, estando cerca de los problemas y lejos del confort de una oficina, y es así como hemos estado trabajando en estos meses que llevo al frente”, resumió el operador político de la administración duartista, el cual fue reconocido por parte de los diputados presentes por la importancia que le ha dado a la equidad de género en la dependencia a su cargo, ya que de 14 funcionarios de nivel de Director General, 6 son mujeres.
Pero quizá lo más interesante de su disertación ante los diputados, es que Érick Lagos fue hilando un sustancioso discurso con mensajes intrínsecos que definieron sin lugar a dudas hacia donde gravita actualmente su plena institucionalidad y lealtad política. Y es que el jefe del gabinete estatal no tuvo empacho en reconocer públicamente que Javier Duarte es “el mejor gobernador en la historia de Veracruz, un gobernador valiente y eficaz, un gobernador que cree en Veracruz y creen en él, los veracruzanos, un gobernador que reitera por mi conducto, su compromiso de proponer iniciativas de ley y de decretos que sean política, económica y socialmente benéficas para los veracruzanos, tal como lo ha hecho desde el inicio de su gobierno: el Ejecutivo propone y el Legislativo dispone”.
Así que como bien reza el sabio dicho popular: “al buen entendedor, pocas palabras”. Por si acaso algún despistado exgobernador, agobiado por la deprimente nostalgia del poder, quisiera entrometerse en asuntos políticos y administrativos que sólo compete resolver al régimen del gobernante en turno que concluye hasta el 30 de noviembre de 2016.