Carlos Ramírez/Indicador político
* FIDEL HERRERA, ¿AHORA SÍ?
Desde principios de 2013 se ha venido rumorando que el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán sería propuesto para una embajada.
Se le llegó a mencionar para ocupar las sedes diplomáticas de Venezuela, Chile y hasta la de Grecia, sin embargo ninguna ha cuajado. La única misión que ha recibido en la administración del presidente Enrique Peña Nieto ha sido de índole partidista, pues en el proceso electoral federal del pasado 7 de junio fue enviado como delegado del CEN del PRI al vecino estado de Oaxaca, encomienda que cumplió a medias porque buena parte de su tiempo e interés se concentró en el distrito de Boca del Río, donde de última hora impulsó a la ex alcaldesa porteña Carolina Gudiño Corro como candidata a diputada, lo que obligó a modificar el convenio de coalición del Revolucionario Institucional con el PVEM, partido a favor del cual promovió activamente el voto en la entidad que gobernó ya que su hijo, Javier Herrera Borunda, iba colocado como candidato de representación proporcional del Verde Ecologista en la lista por la tercera circunscripción plurinominal a la que pertenece Veracruz, entre otros estados del sureste mexicano.
La primera mención corrió en febrero de 2013, poco antes de que reapareciera en una comida organizada en la Casa Veracruz encabezada por el gobernador Javier Duarte Ochoa y a la que asistieron los 30 diputados locales del PRI, el líder estatal del partido tricolor por ese entonces, Érick Lagos Hernández, y la legisladora Brenda Abigail Reyes, del PRD.
La reaparición del ex mandatario veracruzano se dio tras la filtración del nombre de Miguel Ángel Yunes Linares, su acérrimo enemigo, en la posición número uno de los candidatos a diputados plurinominales del PAN, quien ya no alcanzó curul porque finalmente fue relegado hasta el octavo sitio. Por eso, en un principio se deslizó en algunos medios de comunicación que en dicha comida el gobernador Duarte le habría pedido a su antecesor que antes de irse de embajador aceptara ser candidato a la diputación local para que hiciera campaña a favor del PRI por todo el estado. Pero el cuenqueño no fue postulado al cargo de elección popular y tampoco propuesto para una misión diplomática.
Sin embargo, ocho meses después, otra vez se le volvió a mencionar para integrarse al servicio exterior mexicano. En esa ocasión se le mencionó para ocupar la embajada en Grecia, pero sus más enconados enemigos se encargaron de boicotear toda posibilidad.
En octubre de 2013, por ejemplo, el senador panista Fernando Yunes Márquez, hijo de Yunes Linares, envió una carta al todavía canciller José Antonio Meade Kuribreña, en la que le solicitaba no respaldar la eventual propuesta para que el ex gobernador Fidel Herrera fuese nombrado como embajador en alguna sede diplomática.
En la carta enviada a la Cancillería y que fue difundida en el marco de la comparecencia del secretario de Relaciones Exteriores ante el pleno de la Cámara alta del Congreso de la Unión, el senador veracruzano del PAN hacía un recuento de la actuación de Herrera Beltrán como mandatario, destacando que había dejado una deuda pública por casi 50 mil millones de pesos y que su administración “se caracterizó por la corrupción”. Y ante la posibilidad de que Herrera fuese nombrado embajador, como diversos medios lo estaban manejando, Yunes Márquez le pedía a Meade que tomara en cuenta estas preocupaciones.
No se sabe si su solicitud fue atendida en realidad por el canciller o si la propuesta del nombramiento diplomático de Fidel jamás llegó al Senado para su aprobación porque el ex gobernador de Veracruz no es bien visto por el presidente Peña Nieto y su compacto grupo al que pertenece Meade, recién promovido a la Secretaría de Desarrollo Social.
Sin embargo, este martes el diario capitalino Reforma alborotó a la cofradía de la Fidelidad al anunciar en su columna política Templo Mayor que “el que ya tiene listas las maletas –y ahora sí es en serio– es el veracruzano Fidel Herrera, quien la próxima semana estará despachando como cónsul de México en Barcelona”.
Según la publicación, “todo indica que el ex gobernador ya cuenta con el visto bueno de las alturas y de la propia canciller Claudia Ruiz Massieu para irse a atender a los paisanos que andan por La Rambla”.
Eso sí, puntualizan que “un detalle es que Herrera no será cónsul general, sino cónsul a secas, pero no se piense que el bajón de rango es un asunto personal. Para nada. Lo que sucede es que esa misma decisión se tomó con varios de los principales consulados en Europa, como París, Milán, Frankfurt e incluso Estambul”.
Y festinan que “seguramente el más feliz con el viaje de Fidel Herrera será su paisano Javier Duarte pues en los últimos días se le mencionó como posible delegado del PRI en Veracruz… para poner orden al desbarajuste sucesorio que trae el actual mandatario”.
Tal parece que ahora sí se le hará a Fidel aunque sea un cargo diplomático de medio pelo. Su exilio, de consumarse, haría suponer que el presidente Peña y su grupo están decididos a tomar el control de la sucesión gubernamental de Veracruz, cuyo resultado incidirá en la elección presidencial de 2018. ¿Y el anunciado arribo entonces de Alberto Silva Ramos al CDE del PRI, impugnado públicamente por los dos senadores priistas y aspirantes a la gubernatura que vinculan al diputado federal tuxpeño precisamente con la facción fidelista que se resiste a dejar el poder?