
Raymundo Jiménez/Al pie de la letra
En una carta dirigida anteayer a los editores y directores de los diversos medios impresos y de internet donde esta columna política se publica, el senador Héctor Yunes Landa “lamenta” que en el texto titulado “Deslindes y definiciones”, del pasado miércoles 29, se haya realizado en este espacio “una larga cadena de conjeturas” a partir de nuestra “presunción” de que el aspirante priista a la gubernatura “ya habría pactado con Fidel Herrera Beltrán”.
La reacción de Yunes Landa es entendible, pues nuestras “conjeturas” a las que se refiere aludían al desastre financiero y de inseguridad que en diciembre de 2010 dejó en Veracruz el ex gobernador y lanzábamos la interrogante de que si “¿acaso habrá que organizar un grupo de autodefensa contra Herrera Beltrán y su candidato dentro de dos años?”
Además, argumentábamos que “habrá que ver si en 2016 el presidente (Enrique) Peña (Nieto), quien lucha denodadamente por corregir la distorsionada imagen colombianizada de México en el extranjero, permite que su partido postule al gobierno de Veracruz a un candidato copado por grupos y personajes ligados en el pasado reciente con la delincuencia organizada”. Y añadíamos que “en ese sentido habría que entender también el posible veto del gobernador Duarte de Ochoa a quien por compromisos de naturaleza política-electoral representaría un serio riesgo de ‘michoacanizar’ a Veracruz después de la cruenta batalla que en estos tres años el sucesor de Fidel Herrera ha tenido que dar al grupo criminal empoderado el sexenio anterior.
Igualmente referíamos que por esa aparente razón, los demás aspirantes del PRI a la gubernatura, unos antes y otros después, unos en público y otros en privado, pero se han ido deslindando del ex gobernador Herrera. Citábamos los casos de los secretarios de Gobierno y de Desarrollo Social, Erick Lagos y Alberto Silva, y el del otro senador José Francisco Yunes Zorrilla. Y finalmente preguntábamos: “¿Héctor Yunes pintará también su raya o de plano continuará hasta emulando a Fidel, siguiendo al pie de la letra el librito de precampaña que en la sucesión gubernamental de 2004 le diera tan buenos resultados al entonces senador cuenqueño, quien resultó un verdadero desastre en materia financiera y de seguridad para Veracruz?”
En su carta, Yunes Landa rechaza nuestras “conjeturas” de su “presunto” acuerdo con Herrera Beltrán y afirma que “el único pacto que tengo es con la sociedad veracruzana”. Sin embargo, nuestra presunción no se debe a una invención sino precisamente a nuestra cautela por creer la versión que sus propios simpatizantes, amigos y promotores de su anticipada precampaña se han dedicado a divulgar y que él no se había atrevido a desmentir porque en otros espacios periodísticos ha sido objeto de adulación y no de cuestionamiento y preocupación.
El pasado martes 28, por ejemplo, el acucioso periodista Arturo Reyes Isidoro –quien en la administración de Herrera fungió como Jefe de Prensa de la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado–, en un texto titulado “Los Yunes, uno azul, otro, rojo”, luego de aludir al estilo de realizar precampaña política del senador, tan similar al del ex gobernador, el autor de la leída columna “Prosa Aprisa” hace la siguiente referencia y aseveración: “En el proceso sucesorio de 2010, Héctor Yunes Landa aspiró, con todo derecho, a ser el candidato de su partido a la gubernatura. Fidel no sólo lo vetó sino que lo persiguió, le cerró todos los medios informativos y todos los espacios políticos del estado. Y lo denostó hasta que quiso. Debe reconocerse la piel gruesa de Héctor y su habilidad política para sobrevivir entonces y para reponerse ahora, a grado tal que hoy es senador pero además un prospecto con mucha viabilidad para ser el próximo gobernador de Veracruz, posibilidad real que sólo le disputa el otro senador veracruzano, su sobrino putativo José Francisco Yunes Zorrilla, con quien, por cierto, tiene un pacto personal de no agresión. Tan hábil que el comentario no desmentido hasta ahora es que Héctor y Fidel ¡ya son cuates!, que el tío Fide lo visita en el Senado, que Héctor le consigue naves para que vuele y se traslade, que ya pactaron un acuerdo, Fidel dándole todo su apoyo y el de las fuerzas que tiene y maneja en Veracruz y Héctor haciéndole concesiones para cuando llegue.”
Pero Yunes Landa, quien presume de tener una trayectoria pública de 33 años “que siempre se ha distinguido por su firmeza y congruencia”, y que asegura no ser “ni agudo crítico del pasado, ni adulador del presente”, no se preocupó por desmentir de inmediato esa afirmación.
Sin embargo, la “presunción” hecha en esta columna al día siguiente acerca de su supuesto pacto con Herrera se apuró a negarla porque de ella se derivaba obviamente una serie de cuestionamientos y “conjeturas” preocupantes. “El riesgo de ‘Michoacanizar’ Veracruz, que veo que mucho te preocupa, no existe, al menos conmigo”, nos pretendió aclarar.
“No ha habido, no hay, ni habrá riesgo de ‘Michoacanizar’ a Veracruz. En mi trayectoria he dado reiteradas muestras de que la política del diálogo, de la pluralidad y la aplicación del estado de derecho, son las bases de la Gobernabilidad democrática”, insistió el aspirante del PRI a la gubernatura, implicado el sexenio anterior en un grave atentado a un periodista, quien casi al final de su carta, producto de su errónea interpretación de lo aquí expuesto y escrito –pues en sentido irónico preguntábamos que si “¿acaso habrá que organizar un grupo de ‘autodefensa’ contra Herrera Beltrán y su candidato dentro de dos años?”–, respondió que “aún en la ficción, plantear la hipótesis de que en Veracruz se deben gestar autodefensas es asunto extremadamente delicado”.
Pero nuestra conjetura era porque el periodista Reyes Isidoro había afirmado sin ser desmentido que el legislador y el ex gobernador “ya pactaron un acuerdo, Fidel dándole todo su apoyo y el de las fuerzas que tiene y maneja en Veracruz y Héctor haciéndole concesiones para cuando llegue”, lo que por supuesto debió preocupar también a familiares tan cercanos a Yunes Landa, como sería el caso de su primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares, otro aspirante a la gubernatura que motejó a Herrera Beltrán como el “Z-1” por sus presumibles vínculos con ese cártel de la delincuencia organizada, y su sobrino Fernando Yunes Márquez, actual senador del PAN, quien en octubre del año pasado, al trascender la posible postulación del ex gobernante para una Embajada, presentó un punto de acuerdo ante el Pleno de la Cámara alta para que se pidiera a la PGR que, a la brevedad, informara si ya se ha iniciado alguna investigación derivada de las declaraciones de José Carlos Hinojosa, ex contador de la organización delictiva “Cártel del Golfo”, quien al testificar ante la Corte del Distrito Oeste del Estado de Texas afirmó que en el 2004 entregó 12 millones de dólares a Herrera, entonces candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz.
En ese aspecto, como ex subsecretario de Gobierno y ex coordinador del Congreso local, Yunes Landa –quien ahora se justifica: “Yo sí, en su momento, expresé públicamente mis desacuerdos, cuando los tuve, con Fidel Herrera Beltrán. Cumplí mi deber con Veracruz apoyando lo que consideré correcto y ejerciendo mi obligación de oponerme a lo que estimé equivocado. Eso es del dominio público. Cuestioné esas decisiones cuando el entonces Gobernador estaba en la plenitud de su poder, jamás a toro pasado”– tendría mucho qué decir no de sus desavenencias personales con el cuenqueño por la sucesión estatal de 2010 sino acerca de cómo fue que el sexenio pasado se permitió que la delincuencia organizada financiara campañas electorales, extorsionara a alcaldes, impusiera a jefes de tránsito y comandantes municipales de policía y penetrara hasta algunas dependencias gubernamentales del estado. Pero de ello no dijo nada. Tampoco de su relación con el millonario constructor Fernando Padilla, el contratista más favorecido en el gobierno de la Fidelidad, quien no sólo es el principal financiador de su precampaña sino puente con el ex gobernador Herrera y con su poderoso primo Roberto Padilla, funcionario muy cercano a Peña Nieto, quien despacha como Secretario Técnico del Gabinete Presidencial.
Veracruz necesita políticos honestos y genuinos. Ojalá Héctor se atreviera a salir del clóset y dejara la subcultura priista del travestismo político, tratando de simular lo que no es pero que bien puede ser. Es un hombre carismático, muy ocurrente, de fina ironía y gran sentido del humor. Pero en 2016 los veracruzanos queremos elegir al mejor gobernador, no al Rey Momo del carnaval.
2014, BUEN AÑO
El 2014 será uno de los años donde Veracruz recibirá inversiones millonarias de parte de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
De acuerdo a la paraestatal se invertirá 165 mil millones de pesos a través de diversas áreas como exploración, refinación y petroquímica secundaria.
Uno de los proyectos clave es la reactivación de la productora de agro nitrogenados de Coatzacoalcos, en la que se invertirán 475 millones de dólares.
La reactivación de la planta, que fue propiedad de Altos Hornos de México, es crucial para producir 990 mil toneladas de fertilizantes, que cubrirá 75 por ciento de urea que se demanda a nivel nacional para el campo.
De acuerdo a PEMEX Internacional, la puesta es que una vez que el país produzca gas natural a precios competitivos se podrá generar fertilizantes a precios también competitivos, incrementando la productividad de las superficies sembradas en territorio nacional.