Al pie de la letra

En Veracruz, al igual que en otras regiones del país, han comenzado a aparecer los primeros brotes de inconformidad social por la disputa del agua, un problema que en el futuro inmediato irá agravándose ante la gradual escasez del vital líquido.

Anteayer, dirigentes de organizaciones civiles, pescadores y prestadores de servicios turísticos de la zona de Jalcomulco y Tuzamapan –esta última congregación del municipio de Coatepec– bloquearon durante horas la carretera estatal de acceso a esa región en protesta por la presa que la compañía brasileña Odebretch proyecta construir en el río Los Pescados para abastecer de agua potable durante los próximos 25 años a la ciudad de Xalapa, una megaobra en la que calculan invertir más de 7 mil millones de pesos.

Contrario a lo que han asegurado los técnicos de la constructora carioca, los manifestantes temen que dicha obra hidráulica sí impacte a la flora y fauna ribereña y provoque daños irreversibles a toda la cuenca hidrológica de La Antigua, afectando también la pesca y el ecoturismo, que son las actividades principales de las que viven la mayoría de las familias de esa región.

En el norte de Veracruz también ha surgido una gran efervescencia social debido al proyecto Monterrey VI, que pretende extraer agua del río Pánuco para abastecer a la ciudad capital de Nuevo León.

En esa región de la huasteca veracruzana, representantes de aproximadamente 100 comunidades de 20 municipios acaban de anunciar anteayer que buscarán evitar los trabajos de construcción de dicho proyecto que pretende enviar a la metrópoli regiomontana un caudal de 15 metros cúbicos por segundo de manera permanente durante los próximos 50 años.

Jorge Arellano Higareda, uno de los organizadores de este movimiento de defensa del río Pánuco, anunció una marcha de protesta de 20 mil personas de Tampico Alto, Tempoal, El Higo y Pueblo Viejo, entre otros municipios, que primero partiría hacia Xalapa y luego se enfilaría rumbo al Distrito Federal.

A ver si en Veracruz no ocurre lo mismo que en Sonora, donde apenas anteayer fue liberada la carretera federal 15 México-Nogales, después de que durante casi ocho meses los opositores al acueducto Independencia la mantuvieron bloqueada.

Este conflicto fue finalmente destrabado este martes 21 luego de la reunión que encabezó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con los representantes del Movimiento Ciudadano por la Defensa del Agua; el gobernador sonorense Guillermo Padrés Elías, y el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld.

Y es que el 28 de mayo de 2013, los opositores al acueducto agrupados en el movimiento también llamado “No al Novillo” iniciaron el bloqueo de la carretera federal 15 México-Nogales en el poblado Yaqui de Vícam, para demandar que se paralizara la operación de dicha obra hidráulica que fue construida por el gobierno de Sonora para abastecer de agua a la ciudad de Hermosillo las 24 horas del día.

Este acueducto, que consta de una longitud de 152 kilómetros, inició operaciones a principios de abril del año pasado. Los agricultores del sector social y privado, así como integrantes del grupo indígena Yaqui, se oponían porque consideran que afectará sus dotaciones de agua y por ello promovieron diversos amparos en contra de la obra.

Es más, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) todavía está por resolver algunos amparos en revisión y controversias constitucionales en relación con la operación del acueducto “Independencia”, cuya inversión fue de aproximadamente cuatro mil millones de pesos.

Esperemos que en Veracruz las cosas no lleguen a tal extremo.