La despolitización del pueblo y sus nefastas consecuencias
* LEALTADES A PRUEBA
Hace un par de semanas, en la ciudad de México, el senador José Francisco Yunes Zorrilla tuvo una audiencia privada con su amigo, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso.
Al término del encuentro, Pepe Yunes le presentó a Videgaray al diputado local de Alternativa Veracruzana (AVE), Francisco Garrido Sánchez, quien junto con el político martinense Gonzalo Morgado Huesca había acompañado y esperado al peroteño en la antesala del despacho privado del titular de Hacienda. Al término del encuentro, sonrientes, los cuatro personajes se unieron para tomarse la fotografía del recuerdo. En ese momento, ni el poderoso secretario de Estado más cercano al presidente Enrique Peña Nieto era implicado aún en el escándalo por su casa de campo en Malinalco, ni el senador y aspirante priista a la gubernatura de Veracruz había recibido oficialmente la estocada por la iniciativa de reforma política-electoral que pretende elegir en 2016, por única ocasión, a un gobernador para una administración transitoria de dos años con el propósito de homologar la siguiente sucesión gubernamental con los comicios federales de 2018.
En los días por venir estaría por comprobarse si Videgaray logra sobreponerse y salir inmune del linchamiento mediático que sigue hundiendo a la administración del presidente Peña Nieto en el descrédito nacional e internacional, mientras que en Veracruz el senador Yunes Zorrilla podrá poner a prueba las lealtades de quienes hasta hace poco parecían estar plenamente comprometidos con su proyecto para gobernar Veracruz y no por un bienio.
Por eso es que al día siguiente de que el gobernador Javier Duarte envió al Congreso local su iniciativa de reforma política-electoral, de inmediato Pepe Yunes convocó a conferencia de prensa para expresar que dicha propuesta era “inoportuna, inconsecuente y lesiva para las finanzas del estado de Veracruz en estos momentos y contexto económico y político nacional”. Y, en una expresión que pareció manifestar que se sentía traicionado, Pepe Yunes refirió que en todo momento, como senador de la República, ha respaldado las acciones e iniciativas del gobierno de Veracruz, sin embargo expresó que en este momento la propuesta de reforma representa una marcada diferencia. “Lo hemos acompañado puntualmente cuantas veces nos ha convocado. Estamos sin lugar a dudas en sintonía cuando los temas son de Veracruz, y, hoy, evidentemente hay una marcada diferencia con respecto a la iniciativa que marca porque simple y llanamente no veo cuáles son los objetivos y propósitos de utilidad para la vida democrática y política del estado”.
El senador peroteño, visiblemente molesto, se atrevió a cuestionar que “si esta iniciativa no promueve la estabilidad económica y política sería bueno saber qué es lo que promueve y de todo corazón deseo que los cálculos no les fallen, que la cuentas las tengan claras para poder alcanzar este objetivo para quien lo promueve, superior a la estabilidad política y económica del estado”.
¿A qué “cálculos” se habrá referido Pepe Yunes? ¿Sobre los votos que se necesitan en el Congreso local para aprobar esta polémica iniciativa de reforma que requiere de la aprobación de la llamada “mayoría calificada” –las dos terceras partes de los 50 diputados en total– por implicar diversas modificaciones a la Constitución Política del estado?
Es posible, pues las bancadas del PAN y PRD están divididas, mientras que Cuauhtémoc Pola Estrada, del partido Movimiento Ciudadano, se ha pronunciado también por elegir en 2016 a un gobernador de cinco años. La misma postura mantiene Fidel Robles Guadarrama, del PT. Los priistas Ricardo Ahued y David Velasco Chedraui también se manifestaron públicamente en contra de una gubernatura bianual, así como el diputado del PVEM, Renato Tronco Gómez. Y Yunes Zorrilla ha de suponer que su aliado Francisco Garrido, de AVE, votará igualmente en contra de esta propuesta de la iniciativa duartista.
A esta divergencia de opiniones en el Congreso local parece estarle apostando también el otro senador y aspirante del PRI a gobernador, Héctor Yunes Landa, quien a través de un boletín de prensa titulado “Gubernatura de dos años, insensatez que pone en riesgo a Veracruz”, afirmó el pasado miércoles 10 que “la porfía de hacer de la Constitución Política Local un traje a la medida constituye un retroceso inadmisible y una aventura peligrosa” y que “la tentativa de asestar un golpe a la democracia para enmascarar la reelección de una facción implica anteponer la ambición al progreso de Veracruz”.
El ex subsecretario de Gobierno dijo confiar “en la reflexión profunda que seguramente harán los diputados locales sobre este tema”, quien recordó que él, en su momento, como miembro de la LXI Legislatura del estado (2007-2010) se opuso a la bursatilización. “El tiempo nos dio la razón, por eso yo confío en que los legisladores van a analizar y decidir lo que mejor conviene para Veracruz”.
Por esta supuesta razón es que el pasado viernes 12 el gobernador Duarte de Ochoa convocó en la Casa Veracruz a 33 diputados locales priistas y de partidos aliados. Al día siguiente se reunió con los 16 diputados federales, pero hasta la fecha se desconoce si dialogará también con ambos senadores que se oponen a su iniciativa de reforma.
En unos días más, el mandatario estatal podrá medir qué tanto le siguen siendo leales en la LXIII Legislatura local, o si acaso las preferencias de “sus” diputados ya se habrán inclinado desde ahora hacia quienes aspiran a sucederlo en 2016.
DUARTE EN EL DF
Por una intensa agenda de trabajo en el Distrito Federal, se sabe que el gobernador Javier Duarte no acudirá este lunes 15 a los informes de los alcaldes del puerto de Veracruz y Xalapa, y al parecer a ninguno más en el estado. En el caso de la capital veracruzana llevará su representación el titular de la SEV, Adolfo Mota Hernández, lo que algunos interpretan como una señal de los tiempos electorales que se avecinan.