Azcárraga y Televisa, una historia criminal
* DUARTE: MEDALLA DE ORO
De no haber sido por el estruendoso abucheo que se llevó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al inaugurar oficialmente en nombre del presidente Enrique Peña Nieto los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, la espectacular ceremonia de inauguración habría sido perfecta.
Y es que aunque el repudio verbal era algo totalmente esperado e irremediable –motivo por el cual, a pesar de las críticas, Peña Nieto mejor optó por ausentarse estos días del país–, no dejó de ser un acto incómodo y bochornoso para el gobernador anfitrión Javier Duarte de Ochoa, cuyo emoción o nerviosismo hasta le hizo pronunciar mal una sola palabra de su breve discurso.
Pero al margen de ese intrascendente y hasta justificable yerro –en ese sentido estuvo peor el presidente de la Organización Deportiva de Centroamericana y del Caribe (Odecabe), Héctor Cardona, quien trastabilló en varias ocasiones e inclusive hasta le cambió el apellido al titular de la SEGOB–, esa noche al mandatario veracruzano todo le salió a pedir de boca.
Duarte de Ochoa, para empezar, no sólo exorcizó las malas vibras y todos los augurios negativos de sus detractores que le apostaban al fracaso de este evento deportivo internacional, sino que también echó por tierra las versiones de mala leche que días antes hicieron circular sus malquerientes acerca de que el gobierno del estado habría acaparado los 30 mil boletos de la ceremonia inaugural para llenar de “acarreados” el estadio “Luis ‘Pirata’ Fuente” y así evitar que lo abuchearan a él y al presidente Peña Nieto, si es que de última hora el jefe del Ejecutivo federal decidía venir.
Inclusive se divulgó la infamia de que supuestamente los miles de boletos habrían sido vendidos “a chaleco” a funcionarios estatales de todos los niveles y que se los descontarían vía nómina. La especie sonaba aparentemente verosímil porque en sólo tres días se había agotado su venta, lo que también marcó un record.
Pero este viernes 14 quedó demostrado que no hubo tal plan con maña, pues aparte de que cientos de invitados especiales del gobierno estatal no pudieron acceder a la casa de “Los Tiburones Rojos de Veracruz”, al final ni el gobernador Javier Duarte se salvó de una tímida silbatina, aunque quien lamentablemente se llevó la peor parte fue el secretario de Gobernación en cuanto mencionó el nombre del presidente Peña Nieto.
Contra lo que sus enemigos políticos esperaban, Duarte de Ochoa logró cumplir a tiempo y bien con este fuerte compromiso internacional adquirido institucionalmente a nombre del gobierno de Veracruz por su antecesor Fidel Herrera Beltrán, quien, por cierto, no estuvo presente en esta ceremonia ni en cuerpo ni en espíritu, pues para nada se le mencionó públicamente, lo cual es más que entendible ya que el auténtico mérito es para la actual administración que finalmente pudo remodelar, ampliar y construir toda la infraestructura deportiva requerida a pesar de la abultada deuda pública que le heredó la gestión del ex gobernador Herrera.
“Haiga sido como haiga sido”, Duarte de Ochoa dejará al pueblo veracruzano un equipamiento deportivo sin precedentes que ojalá las futuras administraciones mantengan y conserven. Aparte, claro está, del posicionamiento internacional de nuestra entidad como destino turístico, pues tanto la ceremonia inaugural como las competencias de estos juegos estarán siendo transmitidas las siguientes dos semanas a una audiencia de más de 150 millones de televidentes de 31 países de esta región continental.
No es fortuito, pues, que actualmente Veracruz sea considerado como “el corazón de Centroamérica y del Caribe”.
En esta primera prueba internacional es indudable que Javier Duarte se ha llevado medalla de oro.
Ahora sólo falta ver cómo le va en la próxima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar en el puerto de Veracruz a la semana siguiente de que concluyan los Juegos Centroamericanos y del Caribe, el 8 y 9 de diciembre próximo, a la cual ha confirmado su asistencia el recién coronado rey Felipe VI, de España, y la que obviamente no podrá evadir el presidente Enrique Peña Nieto.
AGRADECIMIENTOS
Desde este modesto espacio agradezco a todos los amigos, colegas y lectores por la atención prestada a mi estado de salud, especialmente al doctor Jorge Williams Victoria, uno de los mejores gastroenterólogos de Xalapa, por su humano trato y acertado diagnóstico médico.