Quirino Moreno Quiza/Repechaje
* EL ‘MÉXICO BRONCO’, ¿DORMIDO?
Hay quienes a raíz de los trágicos sucesos de Iguala, Guerrero, han desempolvado aquella advertencia hecha hace 34 años por el tuxpeño Jesús Reyes Heroles, ex secretario de Gobernación, de Educación Pública y uno de los más brillantes ideólogos del PRI: “Pensemos precavida y precautoriamente que el México bronco, violento, mal llamado bárbaro, no está en el sepulcro; únicamente duerme. No lo despertemos (porque) todos seríamos derrotados.”
¿Pero qué tanto calará y perdurará en el ánimo social y del electorado esta indignación popular en contra del Estado mexicano por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y que hasta ahora sólo ha motivado marchas, manifestaciones masivas y paros nacionales en escuelas normales y de educación superior?
¿Impactará, por ejemplo, en los comicios federales y locales que se efectuarán el 5 de julio de 2015, en los que se elegirán 500 diputados al Congreso de la Unión –300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional o plurinominales–, nueve gobernadores, 661 legisladores locales y mil 15 ayuntamientos en 17 entidades federativas?
Hay voces escépticas que dudan que la masacre de Iguala vaya a generar un cambio de fondo en el país aunque el creciente movimiento popular pareciera tener el potencial de transformar radicalmente a la nación. Y es que desde ahora anticipan que la compra masiva de votos y los ríos de dinero de procedencia desconocida que fluirán a los operadores de las campañas y a los medios de comunicación asegurarán que los mismos intereses de siempre continúen gobernando.
A ello precisamente le estarían apostando los aspirantes priistas a la diputación federal. Inclusive en Veracruz, algunos funcionarios estatales que ya creen tener amarrada la candidatura del partido tricolor, en el colmo de su soberbia, suelen presumir que no tendrán problemas para ganar porque no ven enfrente a opositores competitivos, y hasta se atreven a hacer pronósticos de la cantidad de votos que van a obtener.
Uno de estos casos es el del titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Adolfo Mota Hernández, quien sigue incurriendo en presuntos actos ilegales a pesar de que ya fue denunciado formalmente ante el Instituto Nacional Electoral por Yeri Adauta Ordaz, representante suplente del CDE del PAN ante la Junta Local de Vigilancia del Registro Federal Electoral del INE, al considerar que el funcionario estatal ha trasgredido las disposiciones electorales en materia de campañas al realizar actos anticipados, así como la promoción de su imagen con un fin distinto al que su investidura le corresponde, violando la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
En este mismo espacio periodístico comentamos precisamente de algunos videos y fotografías que circularon entre agosto y septiembre de este año acerca de reuniones que el propio titular de la SEV y algunos de sus más cercanos colaboradores, como su coordinador de asesores Peña Nava, encabezaron en congregaciones del municipio de Xalapa y en la Sala de Juntas de la dependencia estatal con operadores del programa “Prospera” –anteriormente “Oportunidades”–, de la Secretaría de Desarrollo Social federal.
Ante el recurso legal interpuesto por la representante del PAN, el secretario de Educación de Veracruz habría tenido la genial ocurrencia de apoyarse en su padre Adolfo Mota Luna para seguir abonando a su causa, buscando capitalizar que ambos llevan el mismo nombre y el primer apellido paterno.
Así, pues, la tarde del sábado 27 de septiembre el señor Mota acudió en representación de su hijo a la toma de protesta del Comité Directivo Municipal del PRI en Alto Lucero, uno de los 19 municipios pertenecientes al distrito electoral federal de Xalapa-Rural por el que el secretario de Educación de Veracruz aspira contender como candidato del partido tricolor aunque es nativo y ya ha sido representante popular del de Coatepec.
Sin embargo, el problema no es que el señor Mota Luna represente a su hijo en actos partidistas sino que lo ha hecho también en algunos planteles educativos a los que ha ido a entregar útiles escolares sin tener cargo o nombramiento oficial en la SEV.
El 28 de octubre pasado, en un texto titulado “La Papitocracia”, referíamos precisamente en esta columna política acerca de un evento organizado una semana antes, el martes 21 de octubre, a las 13:00 horas, en el plantel del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (COBAEV) que funciona en la cabecera municipal de Jalcomulco, en cuya reunión el padre de Mota estuvo acompañado de la directora de dicho centro educativo, Lidia Escobedo Martínez, y por la subsecretaria de Educación Media Superior y Superior de la SEV, Denisse Uscanga Méndez.
Ello luego de que presuntamente –tras la crisis política nacional por los trágicos sucesos de Iguala, Guerrero– el gobernador Javier Duarte instruyera a sus colaboradores con aspiraciones electorales que se condujeran con bajo perfil y se abstuvieran de continuar con su activismo político.
Por esa razón, también, en estos últimos días Mota Hernández ha convertido prácticamente la Sala de Juntas de la SEV en su casa de precampaña. Ahora circulan fotografías, por ejemplo, de una reunión que presidió a finales de octubre en las instalaciones de esa dependencia gubernamental con líderes y operadores políticos de la Liga de Comunidades Agrarias, encabezados por el dirigente estatal interino, el diputado local Edgar Díaz, el cual estuvo acompañado por otros estrategas electorales, entre ellos Rafael Hernández Zumaya, secretario técnico de la CNC, y Rafael Pérez Sánchez, ex dirigente municipal del PRI en Xalapa y actualmente líder de CONAVER y UDICEV, adheridas a la central agraria priista.
De seguir como va, a ver si Mota no termina haciéndose el Harakiri.